En agosto entra en vigencia franquicia tributaria que subsidiará hasta el 100% instalación paneles solares en viviendas


Una revolucionaria franquicia tributaria será la llave maestra para aumentar sustancialmente el uso de la energía solar en hogares para calentar agua.

De acuerdo a lo informado por la oficina de prensa de la subsecretaría del Ministerio de Energía. La  franquicia impositiva permitirá subsidiar hasta el 100% del costo de los sistemas solares para producir agua caliente en viviendas nuevas de hasta 4.500 UF. El incentivo busca extender esta tecnología y sus beneficios en casas y edificios de todo el país.

Usar energía solar para calentar el agua permite ahorrar  hasta un 75% del gas utilizado para estos fines, dependiendo de la región en la cual se viva.  Esta tecnología estará al alcance de más chilenos gracias a que el 24 de agosto entrará en vigencia un beneficio tributario que financiará el costo de los sistemas solares térmicos utilizados para producir agua caliente sanitaria en viviendas nuevas de hasta 4.500 UF.

La subsecretaria de Energía, Jimena Bronfman, explicó que el subsidio “tiene como objetivo desarrollar el mercado de los sistemas solares térmicos para agua caliente en Chile, ya que impulsará su demanda. Esta iniciativa ayuda a diversificar la matriz energética del país con energía limpia, renovable, y que además reduce los gastos de la casa”.

¿Cómo funciona el beneficio?

Se entrega a las empresas constructoras que instalen sistemas solares térmicos en las viviendas nuevas que construyan, sean casas o edificios de departamentos. Las empresas podrán deducir de sus impuestos:
el 100% del valor del sistema con un tope de 32 UF para viviendas de hasta 2000 UF
el 40% del valor del sistema con un tope de 32 UF para viviendas de entre 2001 y 3000 UF
el 20% del valor del sistema con un tope de 32 UF para viviendas de entre 3001 y 4500 UF
En el caso de los edificios, los topes varían entre las 23 y 29 UF dependiendo del tamaño de la superficie del sistema.

“Esperamos un aumento paulatino en el uso de los sistemas solares térmicos. Ya hay empresas constructoras que están instalando estos sistemas en las viviendas previo a este subsidio,” dijo la Subsecretaria. Para Thomas Seelmann, Vicepresidente de la Asociación Chilena de Energía Solar, ACESOL, el incentivo “generará el desarrollo de una nueva industria, trayendo consigo mayor ocupación al país.”

La ley 20.365 incluyó medidas para resguardar la calidad de los colectores solares y proteger al habitante de la vivienda.  Establece que las empresas inmobiliarias tienen la obligación de responder ante fallas de los sistemas durante los primeros 5 años, además de financiar una inspección después de un año de la recepción de la vivienda, si el dueño de casa lo solicita. Los colectores solares tendrán que estar inscritos en un registro de equipos autorizados, para lo cual deben cumplir con una certificación de acuerdo a normas europeas.

La subsecretaria de energía, Jimena Bronfman y  Thomas Seelmann, Vicepresidente de la Asociación Chilena de Energía Solar, ACESOL, Asociación chilena de Energía Solar.

El beneficio tributario regirá desde el 24 de agosto de 2010 sólo respecto de las viviendas cuyos permisos de construcción o las respectivas modificaciones de tales permisos se hayan otorgado a partir del 1 de enero de 2008 y que hayan obtenido su recepción municipal final a partir del 26 de mayo de 2010 y antes del 31 de diciembre de 2013.

AHORROS EN ENERGÍA

ZONA CLIMATICA (algunas comunas)                                             
Arica, Iquique, Antofagasta, Calama, Copiapó, Vallenar, Illape
Contribución Solar:  75%

Caldera, La Serena, Ovalle, Santiago, Los Andes, San Felipe
Contribución Solar: 66%

Coquimbo, Los Vilos, Angol, Pucón, Victoria, Curacaví, Melipilla, Isla de Pascua, Juan Fernández, San Antonio, San Fernando, Santa Cruz, Cauquenes, Constitución, Curicó, Linares, Parral, Talca, Chillán, Concepción, Coronel, Los Angeles, Lota, Talcahuano
Contribución Solar: 57%

Cunco, Freire, Temuco, Villarrica, Algarrobo, Cartagena, Concón, Valparaíso, Viña del Mar, Arauco, Osorno, Puerto Montt, Palena, Coyhaique, Futrono, Valdivia
Contribución Solar: 48%

Ancud, Castro, Quellón, Aysén, Torres del Paine
Contribución Solar: 39%

Cabo de Hornos, Natales, Punta Arenas, Río Verde, Timaukel
Contribución Solar: 30%

RESUMEN DEL BENEFICIO

Valor de la vivienda: Menor o igual a 2000 UF
Monto del Beneficio: 100% del valor con un tope de 32 UF

Valor de la vivienda: Entre 2001 UF y 3000 UF
Monto del Beneficio: 40% del valor con un tope de 32 UF

Valor de la vivienda: Entre 3001 UF y 4500 UF
Monto del Beneficio: 20% del valor con un tope de 32 UF

En el caso de los edificios, los topes varían entre las 23 y 29 UF dependiendo del tamaño de la superficie del sistema.

ara acceder al subsidio se exigirá que los sistemas solares tengan una cobertura mínima correspondiente a la zona climática. Por ejemplo, en Santiago, deben aportar energía para el 66% del año.


Historia de la Ley

El beneficio tributario a los sistemas solares térmicos es una iniciativa del Ministerio de Energía (antigua Comisión Nacional de Energía), quien elaboró el proyecto de la ley 20.365 en conjunto con el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Economía. También participó en su discusión el Ministerio de Vivienda, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) y el Servicio de Impuestos Internos. La ley 20.365 fue publicada en el diario oficial el 19 de agosto de 2009. Su entrada en vigencia será 90 días después de la publicación de su reglamento, el 26 de mayo de 2010.

El beneficio tributario es imputado ante el Servicio de Impuestos Internos como un descuento a la declaración de impuesto a la renta de las empresas constructoras. La SEC fiscaliza que los sistemas solares térmicos instalados cumplan con los requisitos y condiciones técnicas establecidas en el reglamento.

Fuente: www.chilerenovables.cl

Aporte: Silvia Durán C.
Investigadora Científica de Mundo Nuevo

El Mundial de Fútbol dejará huella... en la atmósfera



La huella de carbono que dejarán las botas de fútbol en el transcurso del Mundial de Sudáfrica alcanzará los 2,8 millones de toneladas de CO2 equivalentes a 6.000 lanzamientos espaciales. Es el cálculo que han realizado las autoridades sudafricanas de Turismo en colaboración con la Embajada de Noruega, y de las que se hace eco el diario británico The Guardian.

La mayor parte de las emisiones procederán del traslado de los espectadores y los jugadores a los estadios (algo más de 2/3). "Dado que se estima que 1,2 millones de personas verán los partidos en directo, supondrá un coste de 2,3 toneladas por espectador, equivalente al consumo de 4 meses de gas y electricidad en un hogar medio", explican en The Guardian. Además, se calcula que cada uno de los 64 partidos serán vistos por televisión por 93 millones de personas en todo el mundo. Si además cada persona lo hiciera sola en una pantalla de plasma, las emisiones se multiplicarían por dos.

El estudio pretende hace runa reflexión sobre el coste medioambiental de eventos de esta envergadura.

Fuente: www.muyinteresante.es

Aproveche los desechos orgánicos



Recuerde hacer "click" sobre la imagen para visualizar más grande.

Fuente: El Mercurio
Publicado el 12 de junio de 2010

Alimentación y Cambio Mundial



El alimento que se obtiene de los árboles y la comida vegetariana de cultivo orgánico son un imperativo ecológico.


Los grandes problemas son consecuencia de pequeñas acciones. El calentamiento global y la inseguridad de los alimentos son grandes problemas, pero que son resultado de las pequeñas actividades que realizamos cada día.

A la inversa, las grandes soluciones también radican en pequeñas acciones; si vamos de compras, nos movemos, bebemos, trabajamos y vivimos nuestra vida diaria, pasando por alto la integridad de la comunidad terrestre, estamos destinados a desestabilizar la armonía sutilmente equilibrada de nuestro planeta natal. Por otra parte, si realizamos las acciones cotidianas, cuidadosa y atentamente, contribuimos al bienestar de todo nuestro ecosistema.

Enfrentados a los enormes desafíos de nuestro tiempo, es fácil sentirse frustrado, deprimido e impotente: ¿Qué puedo hacer para abordar crisis monumentales, tales como el cambio climático, el consumismo, el hambre y la injusticia social?

“La respuesta es tan simple como desconcertante”, dijo E. F. Schumacher. “Cada uno de nosotros puede trabajar para poner en orden nuestro propio hogar”.

El poner en orden nuestro hogar comienza con nuestra mesa de comedor, nuestra cocina, nuestro jardín y nuestras compras; en otras palabras, nuestros alimentos.

El primer paso en pos de preservar la integridad, estabilidad y belleza de nuestra comunidad biótica, es comer sólo comida buena, fresca, orgánica, local y deliciosa, cada día, cada semana, cada mes y cada año. Para lograrlo, tenemos que empezar por prestar atención a todo el proceso de cultivo, distribución y consumo de los alimentos. No obstante cuán ocupados estemos, si no tenemos tiempo para cultivar el huerto, cocinar y comer juntos con la familia, los amigos y los invitados, entonces no tenemos tiempo para vivir; no tenemos tiempo para conservar la belleza del planeta.

Comemos a diario, pero apenas si sabemos cómo se cultiva y de dónde viene nuestro alimento. Para quienes viven en la pista rápida, quienes compran comidas preparadas en un supermercado, en una estación de ferrocarril en su viaje de vuelta a casa o en una máquina dispensadora, la comida es meramente combustible para el cuerpo y nada más. Pero para quienes se preocupan por la ecología y están espiritualmente conscientes, la comida es sagrada y sustenta al alma tanto como a nuestra sociedad.

Según los autores de los Upanishads, la vida existe porque existe el alimento y, por lo tanto, se nos enseña a no denigrar la comida ni mostrar indiferencia hacia ella. El alimento es la condición primordial de toda vida: cuerpo, mente, espíritu y alma. El alimento viene incluso antes que Dios. “No puedes rendir culto a Dios con el estómago vacío”, dijo el poeta Kabir.

Para demostrar que los poderes de la mente, y no sólo la fuerza física, dependen del alimento, el filósofo Uddalaka pidió a su hijo Shvetaketu -quien era un gran erudito en los Vedas y que estaba orgulloso de sus capacidades mentales- que permaneciera quince días sin comer. Al final de ese lapso, a Shvetaketu se le pidió que recitara los Vedas, pero no pudo. Sus poderes mentales y su memoria se habían vuelto débiles e ineficaces. Entonces se le ofreció alimento, después de lo cual su fuerza mental regresó lentamente, lo suficiente como para que él recitara una vez más los Vedas.

Esta historia ilustra que la comida es de la máxima importancia para la nutrición tanto física como espiritual y, por ende, antes de prestar atención a los negocios, la política, la ciencia, la tecnología y todo lo demás, debemos poner en orden nuestros sistemas alimenticios. Podemos empezar por escoger alimentos que sean integrales, naturales y que se hayan cultivado sin dañar a la Tierra.

Con una población que aumenta y la creciente amenaza del cambio climático, la alimentación vegetariana se ha convertido en un imperativo ecológico. También tendríamos que estar obteniendo de los árboles cantidades crecientes de nuestro alimento; la mayor parte de nuestros aceites, frutas, nueces y medicamentos pueden y deberían provenir de nuestras cosechas permanentes, tales como los árboles.

Así podemos reducir nuestro impacto sobre la tierra y, al mismo tiempo aumentar la retención de carbono, tanto en el suelo como en los árboles. Los árboles son nuestros ángeles del último día. La seguridad de los alimentos, la seguridad del agua y la seguridad del clima están garantizados por los árboles. Los árboles son nuestra única póliza de seguro de alimentos verdaderos.

Por Satish Kumar
Texto públicado en Resurgence número 259, el 30 Abr, 2010
Fuente: www.mundonuevo.cl

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Publicado el Miércoles 2 Junio, 2010

¿Sabes lo que comes?



Ya está en quioscos la edición de junio de El Ciudadano, especialmente dedicada a la alimentación humana, con temas como el Codex Alimentarius, las normas globales que rigen los alimentos, la batalla legal por los transgénicos y la privatización de las semillas, los tóxicos aditivos que comemos cada día y una salida alternativa, el veganismo, más que alimentación sana una filosofía de vida.

Las normativas del Codex Alimentarius mantienen al ser humano al límite de su nutrición. Si consideramos que vivimos en condiciones complejas en términos ambientales (contaminación, virus, enfermedades) y que nuestros alimentos poseen innumerables toxinas (colorantes, saborizantes, hormonas), comprenderemos que este código internacional es una amenaza a la vida de la población.

El Codex Alimentarius, que en latín significa Código de Alimentación, son normas de aplicación global que regulan el manejo y seguridad de los alimentos. Sus medidas impactan a la población, ya que una buena condición nutricional es un aspecto de primer orden que nos protege de las enfermedades.

Los tóxicos aditivos que consumimos cada día

Para mantener la línea, usted toma una bebida light. Más tarde, un café endulzado con nutrasweet y, para regalonearse, un postre de leche con sucralosa. ¡Cuidado! Los llamados aditivos alimentarios, son sustancias potencialmente nocivas para la salud y que se encuentran en un gran porcentaje de los alimentos que consumimos.

Los aditivos alimentarios son sustancias que se agregan a la mayoría de los alimentos envasados para mejorar su color, sabor, textura y duración, sobre los que no hay conclusiones definitivas de su potencial peligrosidad.

Aunque los estudios oficiales vigentes en Chile indican que no producen daños, hay numerosos detractores de aditivos como la tartrazina, amarillo crepúsculo, aspartamo, sucralosa, sulfitos o glutamatos, presentes en bebidas, jugos, helados, aderezos, galletas y lácteos -productos consumidos preferentemente por niños- ya que pueden tener efectos a corto y largo plazo en la salud.

“El veganismo es amor por la naturaleza”

Más que una alternativa de alimentación saludable, el veganismo es una filosofía de vida que implica un respeto absoluto hacia los animales, el medio ambiente y el uso responsable de los recursos. Pero más allá de eso, es un cambio radical del rol que debería cumplir el hombre: Estar al servicio de la naturaleza.

Amy Robaldo tiene 29 años y hace más de dieciséis que es vegetariana. Criada en Inglaterra, cuna de este movimiento, desde muy niña estuvo en contacto con distintas corrientes culturales y sociales que allí emergían. Motivada por el cariño hacia los animales y por encontrar un real sentido a su vida, decidió dejar de consumir carnes. Ella dice que quien decide optar por esto, lo hace por “un real compromiso con la naturaleza”.

La batalla por los vegetales

Un registro más específico de propiedad intelectual sobre variedades vegetales y la actualización de los derechos de obtentores de semillas es la base del proyecto que derogará la actual ley sobre derechos de obtentores vegetales. La propuesta tiene enfrentadas a diversas organizaciones ambientalistas y empresas productoras de semillas por la posible apertura a la diversificación de los transgénicos en Chile y a la privatización de las semillas.

Desde enero de 2009 está en tramitación en el Congreso un proyecto de ley que actualiza las garantías jurídicas que poseen los productores de semillas y especies vegetales. También amplía sus derechos frente al registro de nuevas variedades. Este trámite se enmarca en la obligación que adquirió Chile al suscribir el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos de adherirse al Convenio UPOV 91 que exige la regulación de los derechos del obtentor.

No se pierda esta importante edición de El Ciudadano, ¡Corre por ella antes que se agote!

Equipo El Ciudadano

Food Inc: “Si todos comiéramos como estadounidenses, necesitaríamos 5 planetas Tierra”



Uno de los asuntos más importantes de esta historia es cómo dejamos sin empleo a la gente en un país y luego la usamos para que se vuelva parte de la maquinaria industrial de otro, dice el realizador Robert Kenner postulado a un Óscar por su documental “Food Inc”.

 
Hoy, la gente no sabe de dónde proviene lo que está en su plato, quién lo cosechó, en qué condiciones se crió. Y las grandes empresas que dominan la industria alimentaria hacen todo para que no se entere. El documental Food Inc (2008) abre las puertas de la cocina para mostrar cómo se elaboran los alimentos que buena parte de la humanidad come. La cinta, postulada al Óscar como mejor documental, retrata una industria alimentaria dominada por pocas empresas, regida por la lógica de la mayor ganancia y no la calidad, y en la cual se abusa por igual de los trabajadores, los animales y el ambiente.

Si bien Food Inc (www.foodincmovie.com), que llegó a ser el devedé más vendido en Amazon de Estados Unidos, está centrado en ese país, es algo que concierne al mundo entero. “Es sobre unas cuantas corporaciones que controlan el sistema alimentario. No les importan las fronteras o los países, son capaces de influenciar a gobiernos de todo el mundo”. A final de cuentas “están más interesados en sus ganancias que en los consumidores”, dijo el director Robert Kenner en videoconferencia.

También muestra el efecto de una industria en la que se conecta el abandono del campo en países como México con la migración y la explotación laboral en Estados Unidos. “Fui a la Universidad Estatal de Iowa, una universidad agrícola, les pregunté qué era lo más importante para ser granjero, y seis estudiantes güeritos me dijeron: ‘aprender a hablar español’”, dijo Kenner. “Para mí, uno de los asuntos más importantes de esta historia es cómo dejamos sin empleo a la gente en un país y luego la usamos para que se vuelva parte de la maquinaria industrial en otro lugar.”

Explicó: “Este sistema depende de mano de obra que no puede defender sus derechos. Estos empleos son muy peligrosos, muy mal pagados, y la gente con derechos no los quiere. Muchos de estos trabajadores fueron campesinos (en México) que (cuando se puso en marcha el TLCAN) ya no pudieron subsistir porque no podían competir con los bajos precios del maíz y la soya subsidiados en Estados Unidos. No pueden trabajar en su país y tienen que venir a Estados Unidos a tomar estos muy peligrosos empleos (se refiere a la industria carnícola). Estos trabajadores pagan el precio, no las compañías que se benefician de su trabajo”.

Por donde se la vea, la cinta podría ser catalogada de terror: el trato de criminales que reciben los pequeños granjeros que se rebelan a los dictados de las multinacionales y los trabajadores inmigrantes; el maltrato a los animales; el deterioro del ambiente; los efectos en la salud de los consumidores, y la aparente omnipotencia de las grandes empresas.

Kenner recordó que Michael Pollan, autor de The Omnivore’s Dilemma: A Natural History of Four Meals (El dilema del omnívoro: historia natural de cuatro alimentos), dice en la cinta: “La misma cosa que causa obesidad y diabetes en Estados Unidos causa hambruna en otras partes del mundo porque estamos subsidiando el maíz y la soya. Bajamos el precio y dejamos sin subsistencia a los agricultores del tercer mundo y hacemos que los estadunidenses sean obesos al darles comida que ya se probó que no es sana”.

Y peor: ahora la primera causa de muerte en México es la diabetes.

Además de Pollan, en la cinta también es un referente Eric Schlosser, autor de Fast Food Nation, obra fundamental sobre estos temas.

En Food Inc también se habla sobre las patentes a las semillas y los transgénicos. Pone especial énfasis en las condiciones en que se crían pollos, cerdos y vacas. Y llega a la conclusión de que la comida barata tiene muy altos costos ocultos.

Continuó: “Si toda la gente del mundo come como los estadunidenses, necesitamos cinco planetas para mantenernos”.

El director dijo que ve con optimismo la administración de Barack Obama: “Los estándares de lo orgánico son más sólidos, se discuten demandas legales contra grandes corporaciones, mejora el etiquetado para que la gente sepa qué está comiendo, y Michele Obama plantó un jardín orgánico”. Pero “aún nos enfrentamos a poderosas corporaciones. Los cambios vendrán muy lentamente”.

COSTO DE LA DIABETES

Siguió: “Obama habla sobre una reforma al sistema de salud, pero no podremos costearnos esta reforma hasta que arreglemos el sistema alimentario”, debido al costo enorme de los enfermos de diabetes y males relacionados con la alimentación.

Opinó que un país como México debe luchar por la soberanía alimentaria y recordó que se asombró de la maravilla de alimentos en Oaxaca, donde estuvo invitado por la gira de documentales Ambulante, hace un par de meses.

“¿Cómo desarrolla sistemas regionales y locales en todo el mundo que no estén enfrentados a los alimentos subsidiados de otros países?”, planteó.

“Tengo esperanza en que hay un creciente movimiento alimentario que enfrentará estas corporaciones, y en que habrá consumidores que tengan el poder de cambiar el sistema”, concluyó.

Por Tania Molina Ramírez
Periódico La Jornada

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Publicado el Miércoles 9 Junio, 2010

El futuro con más habitantes y menos agua



El planeta tenía 2.500 millones de habitantes en 1950 y 6.500 millones en 2005. En 2025, 8.000 millones de seres humanos deberán dividirse la misma cantidad de agua que en la actualidad. Dentro de veinte años, la reserva mundial disponible por habitante será tres veces menor a la de 1950.

A ello se suman dos amenazas. En primer lugar, la contaminación: aguas residuales, pesticidas agrícolas y desechos industriales convergen hacia los ríos y napas subterráneas. Ahora bien, un solo metro cúbico de agua dulce contaminada inutiliza entre ocho y diez metros cúbicos más. Es posible purificarla, pero ello implica tratamientos caros. Otro elemento cuyo impacto es difícil de cuantificar es el cambio climático, que podría modificar los regímenes hidrográficos de las regiones del mundo.

Tales hechos afectarán a un planeta en el que el agua está distribuida de manera muy desigual. América del Sur tiene la cuarta parte de las reservas mundiales, pero en ese subcontinente sólo vive el 6% de la población del planeta. En cambio, el 60% de los habitantes del mundo vive en Asia, que sólo cuenta con la tercera parte de las reservas.

En la actualidad, el 30% de la población vive en países cuyos recursos son “escasos” (menos de 2.000 metros cúbicos por año y por habitante), según el programa hidrológico de la Unesco. En 2025, “la gran mayoría de la población” deberá conformarse con reservas “bajas”, y hasta “catastróficas” en el caso del 30% de los países. Sólo el norte de Europa, Canadá, Alaska, América del Sur, África central, Rusia y Oceanía se salvarán.

¿Cuál es la solución para los países a los que les falta agua?

Se desarrollarán tres grandes técnicas que ya se utilizaron. En primer lugar, el sondeo del ámbito poco conocido de las aguas subterráneas, de las cuales sólo una parte es renovable. “Ese recurso debe manejarse con el mayor de los cuidados”, afirma Bernard Barraqué, director de investigación del CNRS. “Una vez contaminada, el agua subterránea profunda es difícil de purificar”.

Segunda pista: continuar con la política de presas iniciada en el siglo XX, de la cual hay en la actualidad 45.000 ejemplos en el mundo. Esas grandes obras, sin embargo, impactan sobre el medio ambiente.

Tercero: la desalinización del agua de mar constituye un recurso en los países costeros áridos que cuentan con los medios económicos para sustentarlo. El costo está bajando y ya existen 12.500 centros que abastecen al 1,5% de la población mundial, sobre todo en el Golfo Pérsico.

Esas soluciones podrían no ser suficientes. Los especialistas preconizan una idea completamente distinta: dejar de pensar el agua como un recurso ilimitado y adaptar nuestro consumo. Es algo que atañe a todos los usuarios.

La agricultura es la primera actividad en la mira. Absorbe el 73% del agua dulce que se utiliza en el mundo, por lo que supera en mucho a la industria y la producción de energía (21%), así como el consumo doméstico (6%). Las tierras irrigadas representan sólo el 15% de los cultivos mundiales, pero producen el 40% de los recursos alimentarios de la humanidad. Se las desarrollará a los efectos de aumentar la productividad de la tierra y alimentar al planeta.

Ahora bien, la irrigación genera un gran desperdicio: entre el 20 y el 60% del agua no contribuye al crecimiento de los cultivos. La distribución gota a gota en cada planta supondría el uso de la cantidad estrictamente necesaria. ¿Pero los campesinos pobres tendrían los medios necesarios para hacerlo? Otra opción es reutilizar el agua residual doméstica. Ya es el caso de un 10% de las tierras irrigadas.

En cuanto al uso doméstico, la problemática varía mucho en las distintas regiones del mundo. Mueren 34.000 personas por día por falta de acceso a agua limpia. Hay aproximadamente 1.500 millones de personas, sobre todo en el hemisferio sur, que no tienen acceso a agua potable. Si no se hace nada al respecto, para 2025 serán 3.000 millones.

Sin embargo, la cuestión del acceso al agua está menos ligada al régimen hidrológico de un país que a sus recursos financieros y a la voluntad política de organizar la construcción y el mantenimiento de redes de distribución y saneamiento. El acceso de todos a un agua sana, que es condición indispensable para el desarrollo de un país, es el objetivo que fijó la ONU para el año 2025.

Un estadounidense usa un promedio de 600 litros de agua por día. Un europeo utiliza 150 litros. ¿Puede sostenerse eso? La población de algunos países desarrollados tendrá que aprender a economizar, como sucede en las viviendas japonesas, donde el agua de los baños se desinfecta en el lugar y se reutiliza de inmediato. La población urbana será en el futuro más numerosa que en la actualidad. Sus necesidades, concentradas en espacios reducidos, crearán un mayor riesgo de escasez. El aprovisionamiento de las megalópolis será uno de los grandes desafíos de las próximas décadas.

Fuentes: educasitios.educ.ar/aprchile.cl
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Publicado el Viernes 11 Junio, 201

Contaminación: asesino del ambiente



En el último tiempo, la alteración de los ecosistemas de nuestro planeta se debe, principalmente, a las grandes cantidades de sustancias tóxicas liberadas por las diversas actividades humanas, las cuales inundan el aire, agua y suelo y afectan a miles de organismos vivos.
La definición más común de contaminación dice que es la transmisión de contaminantes (líquidos, sólidos o gaseosos) al aire, suelo y agua, y también a la presencia de gérmenes microbianos provenientes de los desechos de las diferentes actividades que realiza el ser humano.
Por contaminantes se entiende a aquellas sustancias tóxicas que al alcanzar ciertas concentraciones en el ambiente alteran las condiciones relativamente estables de los ecosistemas, dañando a los componentes vivos y no vivos, ya sea reduciendo su desempeño o provocándoles la muerte.
Los contaminantes se clasifican, según su origen, en naturales y artificiales. Los primeros no son producidos por el hombre y corresponden a fenómenos propios del planeta, como, por ejemplo, las erupciones volcánicas, las que expelen a la atmósfera cenizas, dióxido de carbono (CO2), sulfuros, nitrógeno (N), monóxido de carbono (CO), ácido clorhídrico (HCI) y ácido fluorhídrico (HF).



Otros contaminantes naturales son los desechos sólidos dejados por la lava volcánica, los gases emanados de los incendios originados por tormentas eléctricas y los residuos que provienen de la erosión de rocas ricas en minerales pesados. En este último caso, se trata de altas concentraciones de níquel (Ni), cromo (Cr) y magnesio (Mg) que van formando suelos muy tóxicos para el desarrollo de la vegetación.
Los contaminantes artificiales son aquellos que se originan por las actividades humanas (urbanas y rurales), tales como la industria, el transporte, la agricultura o la ganadería. Entre las sustancias de este tipo más nocivas encontramos a los plásticos, los detergentes, los pesticidas, los herbicidas, los fertilizantes y muchos desechos domésticos e industriales. El grave problema de estos elementos es que, además de producirse en grandes cantidades, no se degradan fácilmente una vez que se desechan, lo cual hace que su tasa de acumulación sea muy elevada. Esto se debe, en gran medida, a que los organismos saprófagos (se alimentan de residuos de otros organismos) de los ecosistemas naturales no degradan los compuestos artificiales. También los contaminantes se clasifican de acuerdo con el estado físico en que se liberan al ambiente.
Las gaseosas, que afectan sobre todo a la atmósfera, son el CO2, CO, los dióxidos de azufre (SO2), los compuestos volátiles orgánicos, como el metano (CH4), los óxidos de nitrógeno (NOx), el ozono (O3) y el óxido de cloro (CIO2), entre otros. Varios de estos contaminantes se han agrupado bajo el nombre de gases invernadero debido a que contribuyen al fenómeno conocido como efecto invernadero (revisar capítulo del Cambio Climático).
Entre los líquidos -que afectan principalmente ríos, lagos y mares- se encuentran las aguas residuales (domiciliarias e industriales), los aceites, los solventes, el petróleo y sus derivados. Los sólidos incluyen elementos como el plástico, el vidrio y los metales pesados (algunos de los cuales son radiactivos) y cuyo principal daño se aprecia en el suelo.
Los agentes tóxicos de tipo sólido y líquido afectan, principalmente, a los suelos, aunque también están presentes en la atmósfera y en el mar.

Causas de la contaminación
Como se señaló anteriormente, los contaminantes pueden ser naturales o artificiales. Y que estos últimos son producto de las actividades humanas. A continuación, mencionaremos algunas acciones que dan origen a las sustancias tóxicas artificiales:

- Quema de combustibles fósiles: los combustibles fósiles son el petróleo, el gas natural, el carbón y sus derivados, como la gasolina y el queroseno. Estos se queman en los motores de combustión interna que mueven a los vehículos, los generadores de energía termoeléctrica y otras máquinas presentes en procesos industriales y en sistemas de calefacción.
Así, cuando se realiza dicha acción se liberan a la atmósfera diversos contaminantes, entre los que se encuentran CO2, CO, NOx y SO2. Además, la quema de los combustibles fósiles favorece la producción de ozono en la capa baja de la atmósfera.
- Actividades industriales: aparte de los gases tóxicos que se liberan a la atmósfera como el CO2, CO, NOx y SO2, algunas industrias producen muchos otros contaminantes. Por ejemplo, las fábricas de refrigeradores y de componentes electrónicos arrojan al ambiente compuestos clorofluorocarbonados (CFC), metales pesados (como plomo y mercurio), ácidos, solventes y aguas residuales. En particular, los CFC son muy dañinos, porque destruyen paulatinamente la capa de ozono que protege a la vida de los rayos ultravioleta.
- Agricultura: las grandes extensiones de tierras de cultivo casi siempre utilizan pesticidas (sustancias químicas que se utilizan para combatir la acción de plagas), herbicidas (productos químicos que se usan para matar las malas hierbas) y fertilizante (sustancias químicas que se encargan de entregar los nutrientes que favorecen el crecimiento vegetal) que contaminan el suelo, el aire y el agua de esas zonas. Además, existen algunos cultivos que favorecen la emisión de gases que pueden tener efectos nocivos. Por ejemplo, los cultivos de arroz generan gases de efecto invernadero debido a que las zonas donde se siembran se inundan constantemente, favoreciendo la descomposición de materia orgánica de la cual se desprende metano, uno de los principales gases invernadero.
- Ganadería: muchos alimentos que el hombre consume provienen de las vacas, los cerdos, las ovejas y las cabras. Estos animales necesitan de extensas áreas de pastizales y de tierras en las que se cultivan productos forrajeros (como alfalfa y maíz). En estos últimos se usan sustancias muy contaminantes, como fertilizantes y pesticidas. A su vez, el ganado produce grandes cantidades de orina y excrementos que aumentan la concentración de nutrientes en el suelo, que pueden resultar nocivos para los ecosistemas.

Consecuencias
Las consecuencias de los contaminantes son muy diversas, ya que dependen de los organismos que afecten. Además, todavía no se conocen en detalle todos los posibles efectos de la polución en la salud humana y en el medioambiente, ya que constantemente aparecen nuevos contaminantes.
Algunas de las consecuencias más tangibles que se están produciendo en la actualidad son:

- Efectos directos sobre la salud: estos son variados y por citar algunos tenemos el gas ozono acumulado en la atmósfera, que provoca irritación en los ojos y en las mucosas del sistema respiratorio, lo que aumenta la susceptibilidad a enfermedades producidas por virus y bacterias. También, el dióxido de azufre y el monóxido de carbono pueden provocar asma, bronquitis, enfisema pulmonar, cáncer en el aparato digestivo, afecciones cardíacas, entre otras.
Por su parte, los residuos de metales pesados, como el mercurio y el plomo, resultan muy tóxicos para las personas, pudiendo provocar daños neurológicos tales como retraso mental, parálisis y pérdida de audición. Estas sustancias pueden llegar al organismo a través de la ingesta de peces y mariscos que hayan absorbido estas sustancias.
Algunos pesticidas se logran acumular en los tejidos provocando, en futuras generaciones, alteraciones genéticas. Otros pesticidas pueden producir esterilidad y defectos congénitos en los bebés.
Los insecticidas Malatión y Paratión (compuestos principalmente por carbono) inhiben la actividad de la enzima colinesterasa, que participa en la transmisión de los impulsos nerviosos.
En el caso de las sustancias radiactivas, estas ocasionan daños muy graves en la salud del ser humano. Así, por ejemplo, el estroncio 90 (isótopo radiactivo) se acumula en los huesos (sobre todo en los niños) afectando la producción de glóbulos rojos en la médula ósea y provocando varios tipos de cáncer. Este isótopo llega al cuerpo a través del aire o bien a través de alimentos (por ejemplo, leche que viene de vacas que se han alimentado de pastos contaminados), luego de alguna fuga de material radiactivo desde alguna planta o por el encuentro directo con basura de este tipo.
- Alteraciones en otros organismos: Los contaminantes afectan también a animales, plantas, hongos y bacterias. El efecto más grave que puede provocar la contaminación sobre estos organismos es la muerte. Dos sustancias que pueden producir este daño son los pesticidas y los derrames de petróleo. En el caso de los primeros, algunos de ellos pueden interferir en el metabolismo del calcio de las aves, impidiendo la acción de la enzima anhidrasa carbónica, que es esencial para la formación del cascarón de los huevos. El petróleo puede matar a miles de animales marinos en poco tiempo, ya que este combustible cubre por completo sus cuerpos impidiendo actividades vitales como moverse y alimentarse.
En el caso del gas ozono y el dióxido de azufre presentes en el aire, estos actúan lesionando los tejidos de las plantas, reduciendo su capacidad fotosintética, su crecimiento y facilitando el ataque de hongos e insectos.
Las concentraciones excesivas de nitrógeno y fósforo que se encuentran en las aguas residuales de los cultivos agrarios producto de los fertilizantes incrementan los niveles de aluminio en las plantas, lo que impide el crecimiento de las raíces, afectando la absorción de agua y de nutrientes. Las aguas residuales, basura y desechos radiactivos en zonas costeras reducen las poblaciones de invertebrados (moluscos, crustáceos, etc.), destruyen las algas y provocan graves enfermedades en algunos peces y mamíferos marinos.
Los gases como el CO2 y la lluvia ácida pueden dañar a más de un individuo vegetal, como los que se encuentran en los bosques, provocando distintos desequilibrios ecológicos. Así, por ejemplo, especies tan pequeñas como los líquenes, que son muy delicados con los gases atmosféricos, van de sapareciendo cuando el área que habitan está muy contaminada.

Fuente: www.icarito.cl

Aporte: Silvia Durán C.
Investigadora Científica de Mundo Nuevo

Salar de Huasco se convierte en nuevo Parque Nacional de la Región de Tarapacá

Se suma así a la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal y al Parque Nacional Volcán Isluga.



En total, Conaf administra 35 Parques Nacionales, 49 Reservas Nacionales y 16 Monumentos Naturales.
Foto: Alfonso Díaz, La Segunda

SANTIAGO.- Con la publicación en el Diario Oficial, el pasado 5 de junio, el Salar del Huasco se convirtió formalmente en Parque Nacional de la Región de Tarapacá, que ya cuenta con tres Áreas Silvestres Protegidas.

Esta nueva unidad se integra al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (Snaspe), que administra la Corporación Nacional Forestal (Conaf), servicio dependiente del Ministerio de Agricultura.

Este hecho también es un avance en incorporar nuevas áreas, como fue recientemente la creación del Parque Nacional Morro Moreno, en la Región de Antofagasta; la Reserva Nacional Altos de Pemehue, en la Región del Biobío; y el Monumento Natural Quebrada Cardones, en la Región de Arica y Parinacota.

El Parque Nacional Salar del Huasco tiene una extensión de 110.962,66 hectáreas y se ubica en la comuna de Pica, Provincia del Tamarugal. Su salar se encuentra en el centro de dos sierras que van de norte a sur y que se levantan por sobre los 4.500 metros de altura. Ésta es un área que presenta ecosistemas altoandinos con presencia de formaciones vegetales poco representadas en el Snaspe.

El lugar atrae especialmente por el revoloteo de aves acuáticas alrededor de la laguna Huasco, como los flamencos chilenos, andinos y de james, además de la presencia de guallatas, gaviotas andinas, suris y patos. También es posible observar variados mamíferos, entre ellos la vicuña, el zorro andino y el tuco-tuco.

En la cuenca del salar existen sitios de alto valor arqueológico y variados elementos etnoculturales, como el cerro Charcollo y Apechas asociados a la cosmovisión aymara.

Un hito en la creación de este parque es el establecimiento de un Comité Consultivo de Participación, instancia que integrará a los diferentes actores territoriales, en colaboración con CONAF, respecto a la planificación y manejo de esta Área Silvestre Protegida.
Con este hecho, la cantidad de Áreas Silvestres Protegidas bajo la administración de Conaf en la Región de Tarapacá queda conformada además por la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal y el Parque Nacional Volcán Isluga. Mientras que a nivel nacional suman 35 Parques Nacionales, 49 Reservas Nacionales y 16 Monumentos Naturales (100 Áreas Silvestres Protegidas), que cubren alrededor del 19% del territorio nacional.

Fuente: Emol
Martes 8 de Junio de 2010

Aporte: Silvia Durán C.
Investigadora Científica de Mundo Nuevo

... en el Día del Medio Ambiente



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Fuente: El Mercurio
Sábado 05 de junio de 2010

Escondites favoritos de los gérmenes en su casa



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Fuente: El Mercurio
Publicado el sábado 05 de junio de 2010