Reír, la terapia más alegre

Si las lágrimas alivian o incluso curan, ¿qué decir de la risa? Bajo su influjo las tensiones se diluyen y algo parecido a la felicidad nos envuelve. Recuperar la facultad o el hábito de reír es toda una terapia.

No parece que la situación actual que se vive en la sociedad sea para lanzar cohetes al aire y empezar a reír. ¿O sí? De momento, con las perspectivas que hay, muchas ganas no habrá, incluso ninguna, pero los expertos consultados señalan que no hay nada como reír, aunque las circunstancias no acompañen. ¿Sí o sí? Veamos.
Una de las técnicas que utiliza en su profesión Mònica Lapeyra, psicóloga, risoterapeuta y fundadora de Iocus (www.iocus.es), es eso: la risa. Asegura que la risoterapia «combate el estrés y es una herramienta ideal para aprender a gestionar las emociones de manera relajada y tranquila». Enric Castellví, psicólogo, risoterapeuta, fundador de Diverrisa (www.diverrisa.es), también afirma que la risa y el buen humor son excelentes herramientas terapéuticas para mejorar la calidad de vida. «Reír permite enfrentarse a los obstáculos diarios desde perspectivas más creativas y ayuda a las personas a sentirse mejor consigo mismas y con su entorno». Casi nadie cuestiona que reír es saludable. Pero ¿puede llegar a ser tan beneficioso como para considerarlo una terapia efectiva para algunas dolencias? ¿Se puede conseguir hacer reír a una persona que no tiene ganas?

Un bálsamo fisiológico
Tanto Ramón Mora, médico, miembro de diversas asociaciones nacionales e internacionales dedicadas a la investigación y el uso terapéutico del humor y la risa, como Rafael Ubal, presidente de la Asociación Donantes de Risas, explican que en sentido estricto no pueden afirmar que la risa cure de una manera absoluta, pero tampoco dudan de que, en un sentido más amplio, reír es bueno para la salud porque incide a nivel físico y psíquico. Al reír se produce una reducción de la presión arterial y de las hormonas del estrés, aumenta la flexibilidad y la relajación muscular, se incrementa la oxigenación de la sangre, se refuerza el sistema inmunitario y se potencia la producción de endorfinas, vinculadas a la sensación de placer y bienestar, lo que convierte la risoterapia en una buena herramienta para mitigar el dolor de la artritis, el reumatismo, la fibromialgia y otras enfermedades dolorosas.

Jordi Jarque


Haz este ejercicio: Piensa en algo que te preocupe y dilo cantando un par de veces, después dilo como si estuvieras llorando y finalmente dilo riendo. Las circunstancias tal vez no cambien, pero el estado de ánimo probablemente, sí.


Fuente: www.cuerpomente.com

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