LAS CRISIS

Muchos creen que cuando están pasando por un momento difícil en sus vidas (ya sea una enfermedad, una ruptura sentimental, una pérdida de un ser querido, una cesantía, etc.), lo mejor es AISLARSE del mundo y “vivir su duelo” a solas. Eso es respetable, sin embargo es un craso error, pues la “soledad” nos invita a sentirnos “víctimas”, a quedar paralizadas en el dolor o en la angustia, a perpetuar las molestias, y a embargarnos en sentimientos negativos.
Muchos adoptan la actitud del avestruz, esconder la cabeza bajo la tierra mientras pasa el problema, y cuando la levantan el problema es mayor.
En nuestras prácticas de Yogha se nos invita justamente a lo contrario, primero los problemas son “ejercicios” para fortalecernos, segundo, una oportunidad para superar nuestras debilidades, tercero, un tiempo para humanizarnos, cuarto, un intento para crear nuevas y mejores relaciones humanas, quinto, una ocasión para “despertar” y tomar consciencia de lo que tenemos, sexto, una circunstancia privilegiada para crecer y evolucionar, y séptimo, tomar la decisión por la vida.
Las crisis en nuestras vidas vienen para hacernos descubrir aquellos talentos dormidos que tenemos y que habitualmente no ocupamos en la vida diaria.
Se nos avecina una “crisis” económica, crisis por lo demás habitual del sistema financiero a la cual nos hemos sometido, ella ES PRODUCIDA POR LOS GRANDES INTERESES CORPORATIVOS para realizar “ajustes” y “reafirmar” el modelo. Nos invitan a comprar, nos crean falsas necesidades, nos incentivan la codicia, el deseo de disfrutar y para ello primero nos crean la necesidad de TENER éste o aquel producto, luego nos inundan con mensajes de compra y cancelaciones hasta en 24 y más cuotas, nos regalan tarjetas de crédito con cupos altísimos y nos condicionan al consumo, posteriormente no satisfechos con eso nos ofrecen préstamos para ello, y con muy pocas exigencias, total, si el vecino lo tiene, si fulanito lo disfruta…¿por qué Yo no?…“picamos guía”, caemos en el influjo de la codicia y de la posesión y nos endeudamos, y lo más grave vamos postergando las necesidades reales por cancelar las irreales, y el sistema no para, no desfallece, y nos siguen creando necesidades FALSAS, vea cada uno, las REALES Y VERDADERAS NECESIDADES y observe también aquellas QUE NO LO SON, y sin embargo, SON éstas (las falsas) las que no le dejan dormir, las que lo tensan, la que destruyen la convivencia con los demás, ahí está “la crisis”, el no saber decir “no” a lo que es falso o no necesario, a no gastar sin dinero fresco, a no saber discriminar cuando es una oportunidad y cuando es sólo una posibilidad. A no saber contener los deseos con la realidad de cada uno. Y a no saber disfrutar de vivir mejor con menos, y a volver a sentir que la felicidad no está en tener y comprar, sino en compartir, y “ser” más.
Al final, ¿qué realmente nos produce felicidad?, ¿qué de verdad nos genera crisis?. Aprovechemos estos tiempos para despertar y volver al cauce natural, deshágase de lo superfluo, elimine lo que no es necesario, aprenda a vivir mejor con menos y comparta la experiencia. ¡Vivan las crisis!.

Jorge Al.Azócar B.
Naturópata