De Paseo por el Ashram

El martes 24 de noviembre de 2009, nuestro Ashram de Horcón tuvo la grata visita de un grupo de personas dispuestas a disfrutar de la práctica de Yogha en todos sus ámbitos: contacto con la naturaleza, compartir con los compañeros, comer sano, hacer ejercicios, iniciar nuevas amistades, pasear, entre otras tantas actividades que se pueden realizar en tan solo un día, siempre con la sencillez que nos caracteriza.
Este grupo está compuesto por los integrantes de las clases de Hatha Yogha de los días martes y viernes, de la mañana y de la tarde. En esta oportunidad asisitieron: Ximena Vergara, Fernando Valdés, Diana Pereira, Daniel Azócar, Rosa Barros, Magaly Cáceres, Amaya Contreras, Verónica Ferrada, Ximena Cubillos y su hijo Pablo.


Esperando en nuestro punto de encuentro de Viña para partir rumbo a Horcón.


Aprovechamos de ensayar para la presentación del sábado 28 de noviembre en el Paseo Anual.


También flexibilizamos nuestro cuerpo y disfrutamos de las asanas al aire libre.


Nos ayudamos a relajarnos.


Comimos con hambre... todo rico y sano.


Comer y conversar. Sobremesa para expresar nuestros pensamientos...


y así, conocernos más.


Paseo por los alrededores, alimentándonos visualmente con el paisaje.


































La once no podía faltar, siempre sabroso.





Y la despedida llegó, todos felices, agradecidos, relajados...


y con ganas de volver.

Comprendiendo y vivenciando la ecología



En las próximas décadas, la supervivencia de la humanidad dependería de nuestra capacidad para entender los principios básicos de la ecología y vivir de acuerdo con ellos.

En los últimos 15 años, mis colegas y yo hemos elaborado en el Center for Ecoliteracy (Centro de Ecoalfabetismo) una pedagogía especial, denominada “Educación para los Modelos Sustentables de Vida”, que ofrece un enfoque vivencial, participativo y multidisciplinario para enseñar el ecoalfabetismo. A veces nos preguntan: “¿Por qué toda esa complejidad? ¿Por qué no enseñan tan solo ecología?” Este artículo muestra que las complejidades y sutilezas de nuestro enfoque son inherentes a una comprensión verdadera de la ecología y la sustentabilidad.

El concepto de la sustentabilidad ecológica fue introducido hace más de 25 años por Lester Brown, quien definió a una sociedad sustentable como la que es capaz de satisfacer sus necesidades sin disminuir las posibilidades de las generaciones futuras. Esta definición clásica de la sustentabilidad es una exhortación moral importante, pero no nos dice nada sobre cómo crear realmente una sociedad sustentable. Es por eso que el concepto de sustentabilidad sigue siendo confuso para mucha gente.

Lo que necesitamos es una definición funcional de la sustentabilidad ecológica. La clave para esa definición es darse cuenta de que no necesitamos inventar comunidades humanas sustentables a partir de cero, sino que podemos tomar como modelo los ecosistemas de la naturaleza, que son comunidades sustentables de plantas, animales y microorganismos. Como la característica preponderante de la biosfera es su capacidad intrínseca de sostener la vida, una comunidad humana sustentable debe estar diseñada de tal manera que sus formas de vida, el comercio, la economía, las estructuras físicas y las tecnologías no interfieran con la capacidad inherente de la naturaleza de sostener la vida.

Esta definición de sustentabilidad implica que, en nuestro intento de construir comunidades sustentables, debemos comprender los principios de organización que han desarrollado los ecosistemas para sostener la trama de la vida. Esta comprensión es lo que nosotros llamamos “alfabetismo ecológico”. En las próximas décadas, la supervivencia de la humanidad dependerá de nuestra capacidad para comprender los principios básicos de la ecología y vivir conforme a ellos.

Debemos enseñar a nuestros niños –¡y a nuestros dirigentes políticos y empresariales!- los hechos fundamentales de la vida: por ejemplo, que la materia tiene ciclos continuos a través de la trama de la vida; que la energía que conduce los ciclos ecológicos fluye del sol; que la diversidad asegura la resiliencia; que los desechos de una especie constituyen el alimento de otra especie; que la vida, desde sus inicios hace más de 3.000 millones de años, no se propagó por el planeta por el combate sino por el trabajo en red. Enseñar este conocimiento ecológico, que también es sabiduría antigua, será la función más importante de la educación en el siglo XXI.

La comprensión cabal de los principios de la ecología requiere una nueva forma de ver el mundo y una nueva forma de pensar en términos de relaciones, conexiones y contexto. La ecología es en primer lugar una ciencia de relaciones entre los miembros de las comunidades de los ecosistemas. Para comprender cabalmente los principios de la ecología, por lo tanto, necesitamos pensar en términos de relaciones y contexto. Ese pensamiento “contextual” o “sistémico” implica varios cambios de percepción que van a contrapelo de la ciencia y la educación tradicionales de Occidente.

Esta nueva forma de pensamiento también está surgiendo en la primera línea de la ciencia, donde se está desarrollando una nueva concepción sistémica de la vida. En lugar de ver al universo como una máquina compuesta de partes elementales, los científicos han descubierto que el mundo material, de última, es una red de modelos de relaciones inseparables; que el planeta en su conjunto es un sistema vivo, autoregulado.

La idea del organismo humano como una máquina y de la mente como una entidad separada está siendo sustituido por una concepción que ve no solamente el cerebro, sino también el sistema inmunológico, los tejidos del cuerpo e incluso cada célula, como sistemas vivos, cognitivos. Esta concepción ya no ve la evolución como una lucha competitiva por la existencia, sino más bien como una danza cooperativa en la cual las fuerzas motoras son la creatividad y el surgimiento constante de la novedad.

Por consiguiente, enseñar ecología exige tener un marco conceptual que es muy diferente al de las disciplinas académicas convencionales. Los profesores señalan esto en todos los niveles de enseñanza, desde los niños muy pequeños hasta los estudiantes universitarios. Además, la ecología es intrínsecamente multidisciplinaria, porque los ecosistemas conectan al mundo vivo con el mundo inanimado.

La ecología, por lo tanto, se basa no solamente en la biología sino también en la geología, la química atmosférica, la termodinámica y otras ramas de la ciencia. Y en lo referente a la ecología humana, tenemos que añadir una vasta gama de otros campos, entre ellos la agricultura, la economía, el diseño industrial y la política. La educación para la sustentabilidad implica enseñar ecología en esta forma sistémica y multidisciplinaria. Cuando estudiamos en profundidad los principios básicos de la ecología encontramos que están estrechamente interrelacionados. Son tan solo aspectos diferentes de un único modelo fundamental de organización que ha permitido que la naturaleza sostenga la vida durante miles de millones de años. En resumen: la naturaleza sostiene la vida creando y alimentando comunidades.

Ningún organismo podría existir aislado. Los animales dependen de la fotosíntesis de las plantas para sus necesidades energéticas; las plantas dependen del dióxido de carbono producido por los animales, así como del nitrógeno fijado por las bacterias en sus raíces; y todos juntos, plantas, animales y microorganismos, regulan toda la biosfera y mantienen las condiciones propicias para la vida. La sustentabilidad, por lo tanto, no es una propiedad individual sino una propiedad de toda una red de relaciones. Siempre implica una comunidad.

Esta es la lección profunda que necesitamos aprender de la naturaleza. La forma de sostener la vida es construir y nutrir la comunidad.

Cuando enseñamos esto en nuestras escuelas, para nosotros es importante que los niños no solamente comprendan la ecología sino que también la experimenten en la naturaleza –en el jardín escolar, en la playa, o en el lecho de un río- y que también vivencien la comunidad mientras se convierten en alfabetizados ecológicamente. De lo contrario, podrían terminar la escuela y ser ecologistas teóricos de primer nivel, pero sin que les importe mucho la naturaleza, sin preocuparse mucho por el planeta. En nuestras escuelas de ecoalfabetización queremos crear experiencias que provoquen una relación emocional con el mundo de la naturaleza.

Vivenciar y comprender los principios de la ecología en el jardín de una escuela o en un proyecto de recuperación de un riachuelo son ejemplos de lo que actualmente los educadores denominan “aprendizaje basado en proyectos”. Consiste en facilitar experiencias de aprendizaje que comprometan a los estudiantes en complejos proyectos del mundo real, en reminiscencia de la vieja tradición del aprendiz. El aprendizaje basado en proyectos no solamente brinda a los estudiantes importantes experiencias –cooperación, tutela, integración de diversas inteligencias- sino que también constituye una mejor forma de aprender.

Ha habido algunos estudios muy interesante sobre cuánto retenemos cuando se nos enseña algo. Los investigadores han descubierto que después de dos semanas recordamos solamente el 10 por ciento de los que leímos, pero el 20 por ciento de lo que escuchamos, el 50 por ciento de lo que discutimos, y el 90 por ciento de lo que experimentamos. Para nosotros este es uno de los argumentos más persuasivos para optar por el aprendizaje vivencial, basado en proyectos.

La comunidad es esencial para comprender la sustentabilidad, y también es esencial para enseñar ecología en la forma multidisciplinaria que requiere. En los colegios es necesario integrar diversas disciplinas para crear un curriculum orientado a la ecología. Obviamente esto es posible únicamente si los profesores de las distintas disciplinas colaboran, y si la administración de la institución hace posible esa colaboración. En otras palabras, las relaciones conceptuales entre las diversas disciplinas pueden hacerse explícitas solamente si hay relaciones humanas correspondientes entre los profesores y los administradores.

Quince años de trabajo nos han convencido de que la mejor manera de educar para una vida sustentable es cuando toda la institución se transforma en una comunidad estudiosa. En esa comunidad, los profesores, estudiantes, administradores y padres están conectados en una red de relaciones, trabajando juntos para facilitar el aprendizaje. La enseñanza no fluye de arriba a abajo sino que hay un intercambio cíclico de conocimiento. El objetivo es aprender y cada uno en el sistema es a la vez profesor y alumno.

En la visión convencional de la educación los estudiantes son concebidos como sujetos pasivos de aprendizaje, y los programas de educación constituyen un conjunto de informaciones predeterminadas, descontextualizadas. Nuestra pedagogía de la educación para la vida sustentable rompe completamente con este criterio. Comprometemos a los estudiantes en el proceso de aprendizaje con la ayuda de proyectos de la vida real. Esto genera una fuerte motivación y compromete emocionalmente a los estudiantes. En lugar de presentar información predeterminada y descontextualizada promovemos el pensamiento crítico, el cuestionamiento y la experimentación, reconociendo que el aprendizaje implica la construcción del significado conforme a la historia personal del estudiante y su contexto cultural.

La educación para una vida sustentable es una empresa que trasciende nuestras diferencias étnicas, de cultura o de clase. El planeta Tierra es nuestro hogar en común, y crear un mundo sustentable para nuestros niños y para las futuras generaciones es nuestra tarea en común.

por Fritjof Capra

PhD, físico y teórico de los sistemas, es director fundacional de la institución Center for Ecoliteracy en Berkeley, California. Allí se promueve la ecología y el pensamiento sistémico en educación primaria y secundaria.

Fuente: www.elciudadano.cl
Publicado el Jueves 19 Noviembre, 2009

Construyen un catamarán para dar la vuelta al mundo con energía solar



Un innovador y futurista catamarán surcará los océanos y dará la vuelta al mundo con la sola fuerza de la energía solar en un proyecto que fue presentado hoy en el puerto de Kiel por la empresa suiza PlanetSolar y los astilleros alemanes Knierim Yachtbau, que ultiman su construcción.

Desprovista de otras ayudas para navegar como velas o motores de combustión, la nave es un yate de 31 metros de eslora y 15 de manga con “alas” desplazables a sus lados para incrementar la superficie fotovoltaica, explicó a EFE Andreas Kling, de los astilleros germanos a orillas del Báltico.

Agregó que “probablemente en otoño de 2010 navegue hacia el Mediterráneo y hará escala con seguridad en algún puerto español, para previsiblemente en primavera de 2011 iniciar desde Marsella la travesía para dar la vuelta al mundo”.

Bautizado provisionalmente como PlanetSolar, el mismo nombre del proyecto, el catamarán, con un peso total de 60 toneladas, contará con una superficie de placas solares de unos 500 metros cuadrados sobre su cubierta, en la que únicamente sobresaldrá su cabina de mando.

La idea del proyecto parte del escalador suizo Raphäel Domjan, quien prepara la vuelta al mundo junto al francés Gérard d’Aboville, el primer hombre que cruzó el Atlántico en 1980 con un bote de remos, aventura que repitió posteriormente en el Océano Pacífico.

Los planes para la vuelta el mundo contemplan un viaje de unos 140 días, la búsqueda siempre la línea del Ecuador para aprovechar la mayor radiación solar y, tras partir de Marsella en dirección a occidente, realizar escalas en Nueva York, Miami y, tras cruzar el canal de Panamá, San Francisco.

Fuente: wwww.elciudadano.cl
Publicado el Viernes 20 Noviembre, 2009

El Ciudadano

Taller de Hidrígida Podal

El miércoles 04 de noviembre comenzó el Taller de Hidrígida Podal: "La salud comienza por tus pies", dirigido por las Terapeutas Reflexólogas Magaly Cáceres y Silvia Durán.
He aquí una muestra gráfica de lo vivido aquel día:


Los alumnos junto a la Terapeuta Reflexóloga Magaly Cáceres.


Todos atentos a la teoría.


Aprendiendo a ejercitar los músculos de los pies.


Trabajando las plantas de los pies.


Caminando sobre diferentes superficies para "sentir" las plantas de los pies.


La Terapeuta Reflexóloga Silvia Durán dirige los ejercicios para los pies.


Disfrutando de una hidroterapia en los pies.


Luego de los ejercicios, un buen automasaje es bienvenido.


Y también se disfruta de la compañía.

La huella ecológica: un concepto y un cálculo discutibles



El concepto de “huella ecológica” está de moda. Aparece en todas las salsas, sin que quienes lo utilizan sepan realmente lo que oculta. Al fin y al cabo, la idea parece inofensiva: la humanidad marca el ecosistema planetario con su huella, o dicho de otro modo, lo modifica.

Este concepto reposa sobre un cálculo que pretende ser científico pero que en realidad plantea un problema. Y más teniendo en cuenta que la conclusión no es benigna: la humanidad consumiría mucho más de lo que la biosfera sería capaz de soportar. Habría excedido la capacidad ecológica de la Tierra.

Para mantener el ritmo actual de producción y de consumo harían falta en realidad de tres a seis planetas (las cifras varían enormemente a este respecto, lo que resulta problemático). De tres a seis planetas: da miedo ¿no?

SIMPLES APARIENCIAS, UN CÁLCULO MUY TÉCNICO

El concepto de “huella ecológica” se remonta a mediados de la década de los noventa. Se debe a autores como Mathis Wackernagel y William Rees. Sobre sus trabajos se puede uno basar para evaluar tanto la pertinencia científica como la dimensión política (1).

Bajo su apariencia sencilla, pero incisiva (la huella marca, si se puede decir así), el concepto de “huella ecológica” y, sobre todo, su cálculo, son extremadamente complejos. Lo que remite a la suma de conocimientos necesarios para evaluarla y utilizarla con conocimiento de causa. Lo que plantea el problema de los expertos y los técnicos capaces de hacerlo y de enseñarlo para difundirlo. Lo que remite pues a la función de la “comunidad científica” y de la tecnoburocracia vinculada a ella en mayor o menor medida.

No es posible presentar aquí y explicar de una manera exhaustiva el modo de cálculo de la “huella ecológica”. Serían necesarias varias páginas para hacerlo en una revista científica. Pero al menos será posible suscitar algunos puntos que desvían si no reducen a la nada -cuestión de interpretación- el cálculo en cuestión, y por consecuencia, el concepto mismo. Se pueden destacar tres enormes lagunas.

LAGUNA NÚMERO 1: EL CÁLCULO DE LOS BOSQUES

La primera laguna se refiere al modo en que se consideren los bosques. Citemos la afirmación de Wackernagel y sus colegas: “Las actividades y los usos de los recursos teniendo en cuenta el cálculo [de la huella ecológica sobre los bosques] se denominan ‘funciones primarias’. Si una superficie proporciona madera pero también, como función secundaria, recoge agua para el riego agrícola, el concepto de ‘huella ecológica’ no tiene en cuenta el uso de la madera, la función primaria” (2).


Sí, habéis leído bien: en el cálculo del papel que ocupa un espacio forestal en el seno de los ecosistemas terrestres y en la actividad humana en cuanto a su huella, una función fundamental de este espacio se ignora completamente. En este caso, la capacidad que tienen los bosques de retener el agua, de alimentar las capas freáticas y contribuir a diversas actividades humanas (”el riego agrícola”, por ejemplo, como se ha escrito con todas las letras). Se niega un sistema complejo, a pesar de su papel crucial.

Dicho de otro modo, sólo se toma lo que conviene a la demostración y -como por azar- lo que se supone más negativo (la tala de bosques), y se elimina lo positivo (un bosque cuidado y bien explotado contribuye a la regulación de los ecosistemas). Si no fuera porque esto procede de científicos serios, podríamos reírnos de esta “ideología de Idéfix” (el perro de Astérix, que ladra y se lamenta cada vez que se toca un árbol).

LAGUNA NÚMERO 2: EL CÁLCULO DE LAS SUPERFICIES MARÍTIMAS

La segunda laguna se refiere a las superficies marítimas. Los cálculos de Wackernagel y de otros tienen en cuenta las “zonas de pesca”, que estiman en unos 2.300 millones de hectáreas. Se trata de “pescas interiores y de pesca sobre las mesetas continentales”. Y estas últimas apenas constituyen el 6,3 por ciento de la superficie de los mares. El cálculo excluye simple y llanamente la alta mar, lo ancho de los océanos, y los autores afirman que dos mil millones de hectáreas marinas (sobre las 2,3) tienen el 95 por ciento de las capturas.

No sólo es discutible la cifra, sino sobre todo lo es el hecho de que frena el funcionamiento de los ecosistemas marinos que afectan a alta mar y a las aguas profundas, a su desplazamiento, al reparto del plancton, a las corrientes, a los cetáceos y a los peces grandes que se comen a los pequeños, etc.

Esto plantea un problema si el concepto de huella ecológica, que tiene por objetivo establecer una constatación ecológica sobre el conjunto del planeta, ignora en su cálculo a océanos enteros que están, sin embargo -según el plan ecosistémico y económico- en el origen de una gran parte de las especies marinas. Esta parte es difícil de evaluar con precisión, pero ese es justamente el problema.

El cálculo de la huella ecológica finge ignorar las dificultades metodológicas y conceptuales, y para evitarlas, se contenta con pasar por encima de ellas. Eso no es serio, no es creíble.

LAGUNA NÚMERO 3: EL CÁLCULO DE LA BIOMASA

Tercera laguna, el cálculo de la huella ecológica “no tiene en cuenta las zonas productoras de biomasa que no son utilizadas por los humanos” (3). Esta vez también habéis leído bien: países enteros y regiones enteras son simple y llanamente eliminados del cálculo porque no serían utilizados por los humanos.


Mientras llevamos lustros afirmando que la Tierra no es sino un Gran Todo, un sistema interconectado, que Gea es global y local, ahora, bruscamente, en un cálculo importante, lienzos enteros de esta Gea son eliminados. Sin embargo, es todo lo contrario: incluso las especies productoras de biomasa no utilizadas por los humanos tienen evidentemente conexiones ecosistémicas con los espacios que sí son utilizados.

La cosa cambia entre lo que reconocen los teóricos del concepto de “huella ecológica” cuando abordan la cuestión del dióxido de carbono y de los gases de efecto invernadero en los que -como por ensalmo- la Tierra recupera su integridad espacial y ecosistémica. La persecución al CO2 es incluso obsesiva entre algunos investigadores, como Jean-Paul Ledant, llegando a ser totalmente deductiva su explicación: el CO2 es el problema, por tanto hace falta una medida sintética para confirmar el problema, y no lo contrario (4).

Además, la “huella ecológica” no evalúa la capacidad de los bosques existentes de secuestrar el carbono atmosférico. La sustitución de los bosques por cultivos no tiene, en su cálculo, influencia alguna sobre el descuento del balance de carbono en los países y en la Tierra, lo que resulta absolutamente increíble (5).

Sin embargo, uno de los objetivos declarados de la “huella ecológica” es encontrar tierra y bosques para “cazar” los gases de efecto invernadero.

Se podrían añadir otras lagunas. La “huella ecológica” afecta a la biosfera, con sus ciclos. Pero no tiene en cuenta los ciclos geológicos, como la generación de los metales pesados, por ejemplo (que tienen sin embargo un importante papel en la contaminación), incluso aunque algunos, como Chambers, hayan intentado incluirlos en sus cálculos.

Ahora bien, los ecosistemas evolucionan. Y cada uno a un ritmo diferente. La “huella ecológica” ofrece el grave inconveniente de tomar la situación en un único momento, a menos que se rehagan regularmente los cálculos. Pero ¿siguen las estadísticas el mismo movimiento? Nada hay menos seguro, y el riego de aproximación o de tomadura de pelo es grande.

UN RAZONAMIENTO PROBLEMÁTICO PARA LOS ESTADOS-NACIONES

A estas graves lagunas metodológicas, en realidad enormidades, se añaden unas deficiencias conceptuales importantes. La “huella ecológica” es un agregado métrico. Su resultado depende de la forma en que se realice cada agregado, que se va sumando uno a otro. Se plantean así tres tipos de problemas: de fiabilidad, de concepción y de interpretación.

Los teóricos del concepto de “huella ecológica” basan su cálculo en las estadísticas de cada país. ¡Cuatro mil series estadísticas por país y por año, según afirman! Esto produce muchísimas cifras, y buenos márgenes de error en perspectiva, así como una necesidad de ordenadores, de programas y de técnicos trabajando. Sin embargo, ¡algunas colectividades locales, como la propia Francia, no vacilan en hacer calcular a sus alumnos de enseñanza primaria su huella ecológica!

Los teóricos del concepto de “huella ecológica” reconocen los problemas de fiabilidad de las estadísticas en cuestión (se puede confiar en las estadísticas alemanas o suecas, y menos en las congoleñas, rusas o chinas), pero lo pasan de largo.

Por añadidura, el recurso al módulo de Estado-nación suscita cuestiones no sólo estadísticas sino también conceptuales. Por partida doble: ¿cuál es la pertinencia de una superficie nacional desde un punto de vista ecológico? ¿Y la huella ecológica mundial puede ser seriamente constituida por la adición de huellas ecológicas nacionales?

En seguida se ven las limitaciones de este planteamiento. Los ecosistemas a caballo de diversos países, o con repercusiones sobre varios países (cuencas fluviales, bosques zonales), son mecánicamente segmentados, con una lógica propia y mal evaluada, por no decir devaluada. Los teóricos de la “huella ecológica” acaban estando incómodos cuando descubren que, gracias a la extensión del bosque amazónico por su territorio, Brasil aparece en sus cálculos provisto de una huella ecológica positiva y favorable. De ahí el retorcimiento retórico para tratar de disminuir esa realidad que recuerda las glosas de los marxistas-leninistas pretendiendo hacernos creer que la Unión Soviética era socialista a pesar de todo.

A la inversa, la “huella ecológica” de algunos países pequeños muy urbanizados revela fatalmente su “no durabilidad”, puesto que hay pocos espacios cultivados y una población numerosa (Singapur, Hong-Kong, Países Bajos…). Pero no hay necesidad de hacer cálculos eruditos para llegar a un resultado que se parece más a una profecía auto-realizadora, y que elude la cuestión económica que ahora vamos a abordar.

NO TENER EN CUENTA LOS CAMBIOS


En paralelo a esa compartimentación en Estados-naciones, que de paso ratifica la estúpida realidad de las fronteras y legitima el módulo político y humano del Estado-nación al naturalizarlo, una de las principales lagunas del concepto de la “huella ecológica” consiste en una ignorancia total -y por tanto, una negación- de los cambios económicos en el análisis de los ecosistemas y de las sociedades. Ahora bien, si determinada zona del campo es cultivada un año pero no otro, si tal zona del bosque es explotada un año pero no otro, si tal país o tal región importa trigo pero exporta café, o importa fruta pero exporta ordenadores, eso depende también de las necesidades y del juego económico.

En realidad, el consumo de un país no es equivalente a las modificaciones ecológicas del país en cuestión debido a la simple existencia de las lógicas de importaciones y exportaciones. Los Estados Unidos son los grandes exportadores de productos agrícolas, los primeros del mundo, de quienes dependen numerosos países. Y la importación masiva de alimentos puede incluso llegar a reducir la “huella ecológica” en los cálculos de un país, como es el caso de numerosos países africanos.

En el mejor de los casos, si se llega a calcular la “huella ecológica” directamente a escala mundial, la “huella ecológica” se convierte en un “juego de resultado nulo”, incluso si se excluye el comercio. Pero como el cálculo es el resultado de la adición de cálculos nacionales, volvemos siempre a la misma imposibilidad y al mismo error.

En resumen, los teóricos de la “huella ecológica” no tienen en cuenta más que una cuarta parte de la superficie del planeta (terrestre y marina). Dicho de otro modo: ¡les faltan tres cuartos!

Esto resulta mucho incluso para un indicador que pretende ser global, sintético, exhaustivo y “científico”.

Según Wackernagel y otros, no hemos sido todavía capaces de estimar cuánta generación de biomasa total utilizable y concentrada existe en esos 11.200 millones de hectáreas [igual a la cuarta parte del planeta afectado], pero nos sorprendería que fuera inferior al 80 o 90 por cien” (6). ¡Esta frase vale su peso en cacahuetes biológicos por su carácter especulador, fantasioso y frívolo!

EL OLVIDO DE LAS EVOLUCIONES Y DEL FUNCIONAMIENTO SOCIAL



El agregado global de la “huella ecológica” implica que las necesidades terrestres son mayores que las tierras disponibles, sugiriendo así que los modelos actuales de consumo son “insostenibles”. Por tanto, este planteamiento frena los cambios de los modos de producción agrícola, las posibilidades tecnológicas (buenas o malas) y, como afirmó Malthus en su época, los cambios de alimentación (sugiriendo que son inútiles o perjudiciales).

Por otra parte, la “huella ecológica” es, para sus creadores, “el montante de tierra requerido por la naturaleza para sostener un consumo individual típico actual” (7). Ignoremos las dificultades metodológicas (¡y políticas!) que suscita la evaluación de eso de “típico”, y constatemos que este enfoque contiene el paradigma fundamental de la economía liberal clásica: reducir todo el problema económico y social a la simple elección del individuo, y a la adición de esas elecciones individuales.

Ciertamente, las decisiones individuales existen, y no somos los anarquistas quienes vamos a cuestionar la responsabilidad individual. Pero, por otra parte, ¿qué decir de las ofertas y las demandas modeladas por la sociedad? La publicidad, por ejemplo, pero también las costumbres alimentarias. La ambición del socialismo -libertario- es precisamente pensar en ese problema como algo social, colectivo.

Los teóricos de la “huella ecológica” tergiversan completamente esta dimensión social. Según su método de cálculo, “los productos manufacturados o derivados (por ejemplo, la harina o la pulpa de madera) se convierten en productos primarios equivalentes (es decir, en trigo o en contrachapado) para las necesidades de cálculo de la huella ecológica. Los equivalentes en cantidades de productos primarios son por tanto traducidos en hectáreas globales” (8). La harina se transforma así en granos: ¡es más fuerte que lo de Jesucristo y la multiplicación de los panes! Porque, para transformar los granos en harina, han hecho falta productos, desde luego, pero también energía, conocimientos, trabajo… y trabajadores. Así que, si éstos desaparecen del cálculo…

La reestructuración, si se puede decir así, de productos manufacturados en productos llamados primarios, no sólo es materialmente imposible, sino igualmente estúpida si no tiene en cuenta los procesos de fabricación intermedios. ¡Nadamos en pleno delirio virtual!

EL PROBLEMA DEL AGREGADO


Llegamos al corazón epistemológico del concepto de “huella ecológica”. Basado en el principio del agregado, y del agregado métrico (medido en base métrica), pretende resumirlo todo en una (o varias) cifra(s). Se trata de una asombrosa pretenciosidad, de una arrogancia, podríamos incluso decir, frente a la complejidad y diversidad del mundo. Por otra parte, esto no es nada nuevo. Filosóficamente es casi lo mismo que lo de los partidarios del PNB, de la tasa de crecimiento o del “traducirlo todo en dólares”. Es a la vez una lógica filosófica monista, utilitarista y mercantil. Y ello se debe precisamente a que los teóricos de la “huella ecológica” quieren proponer un agregado opuesto al PNB que tenga los mismos defectos.

Ahora bien, la naturalidad de las cifras relativas a la naturaleza es básicamente discutible. Se trata de hecho de una expresión científica de la naturaleza, expresión del incremento modificado por el cultivo, lo que no es la naturaleza misma. Eso no significa que haya que ignorar los índices, los coeficientes o las estadísticas, sino todo lo contrario. Pero hay que evitar hacer un gran todo, concebirlos de cualquier modo y utilizarlos erróneamente.

El indicador de la “huella ecológica” convierte todos los elementos en “hectáreas globales”. Se piensa por tanto en una superficie al leer las cifras, cuando incluye también una producción de biomasa, una masa, es decir, una cantidad y no una superficie. Es como si se mezclaran los centímetros cúbicos con los centímetros cuadrados para evaluar las características de una motocicleta.

El colmo de la confusión metodológica llega cuando, tras haber transformado las cantidades en superficie, se refiere a superficies por habitante, y después se cartografían éstas sobre un planisferio recortado como país, por tanto sobre una superficie (el contorno del país) con hectáreas globales que son superficies falsas.

EL PROBLEMA DEL VALOR

La adición de elementos diferentes por agregación, como hace la “huella ecológica” (tierras cultivables, bosques, mares…), implica que cada uno de esos elementos sea intercambiable válidamente, lo que es falso: una hectárea de tierra no equivale a una hectárea de mar, ni siquiera a base de los más complicados cálculos. Es un poco lo mismo que el agregado de toneladas equivaliendo a petróleo: el petróleo y el gas natural no tienen la misma utilización, por ejemplo. La confusión entre los diferentes términos es perjudicial.

El problema de encontrar un indicador no monetario no es nuevo; se remonta al menos a los fisiócratas (9). En el fondo del fondo, volvemos a encontrarnos con la cuestión del valor, que agita tanto a los economistas, ya sean más bien liberales o marxistas, como a los religiosos (los valores morales), especialmente en relación a la cuestión del trabajo.

Recordemos que Kropotkin había hecho una crítica ajustada, y todavía válida, al modo en que Proudhon y Marx consideraron el valor trabajo, que también se puede aplicar a la concepción de “huella ecológica”.

Kropotkin demostró, resumiendo, que el valor trabajo era difícilmente medible por el tiempo de trabajo y, en consecuencia, el precio de las mercancías sólo reflejaba de modo incompleto tanto lo uno (el esfuerzo) como lo otro (el tiempo del esfuerzo), y que había otros muchos factores a tener en cuenta (conocimientos, tecnología, productividad, juego del mercado…). “Precisamente el valor del intercambio y la cantidad de trabajo no son proporcionales uno a otro: uno no mide nunca al otro”, escribía muy acertadamente.

Esta crítica es, en el plano metodológico, trasladable a la cuestión del valor ecológico. La métrica de un valor ecológico no puede evaluar el conjunto de un factor ecológico. Una frase de Kropotkin resume esa pretensión: “Pero el hombre que venga (…) a afirmar que la cantidad de lluvia caída se mide por la cantidad hasta la que haya descendido el barómetro por debajo de la media, o bien que el espacio recorrido por una piedra que cae es proporcional a la duración de la caída y se mide según ella, sólo diría estupideces. Demostraría, además, que el método de investigación científico le es absolutamente ajeno, y que su trabajo no es científico, por muy lleno que estuviera de palabras tomadas prestadas a la jerga de las ciencias” (10).

No se trata sólo de una cuestión de evaluación científica, sino de concepción política: en el análisis del sistema actual, y en la alternativa a ofrecer.

MALTHUS Y EL LIBERALISMO, SIEMPRE DE VUELTA

De hecho, bajo el pretexto de paliar la evaluación monetaria que critican, justamente, los que han concebido la “huella ecológica” reproducen las mismas tortuosidades ideológicas: cuantitativismo, reduccionismo, pretensión de resumir el gran todo (dólar, Gea, Dios, huella, PNB, incluso combates). Además, con la amonestación moral: puesto que la humanidad consume demasiado, dicen, tiene una “deuda ecológica”, noción típicamente religiosa que merecería otro análisis.


El “olvido” de la contaminación provocada por los metales pesados en el indicador de la “huella ecológica” se sitúa en la misma lógica que la de los teóricos del “calentamiento global”, que sólo insisten en la cuestión de los gases de efecto invernadero, y abandonan el resto. Una de las paradojas es que los defensores de la “huella ecológica” afirman que su indicador no tiene en cuenta el conjunto del impacto de la humanidad sobre el medio. Pero su razonamiento es, sobre todo, que la interpretación y utilización que ellos mismos, los medios de comunicación o los militantes apresurados hacen de ese indicador conducen a lo contrario exactamente: ¡creen precisamente que hacen una síntesis! No obstante, todo discurso ecologista que se precie debe blandir cifras aterradoras sobre la “huella ecológica”. Nos harían falta de tres a seis planetas: el argumento, perentorio, parece imparable. Pero en realidad, el cálculo es una birria…

El objetivo se ha alcanzado: consumimos demasiado (también los pobres del Tercer Mundo), estamos en un sobre-régimen, el planeta va a morir, todo está jodido. Felizmente, los especialistas vigilan, incluso con sus cálculos demasiado complicados para la plebe, pero machacados por los medios de comunicación que glosan sobre la “huella ecológica”. Saldremos de ello si nos apretamos el cinturón, frasecilla conocida desde Malthus y la oposición al socialismo que nacía por entonces.

Por todas las razones abordadas hasta ahora, y que merecerían un desarrollo más amplio, y por otras que apenas hemos esbozado, conviene sin embargo no tomar por dinero constante y sonante los cálculos sobre la “huella ecológica” y los discursos que las acompañan.

NOTAS:

1.- Mathis Wackernagel, Chad Monfreda, Dan Moran, Paul Werner, Steve Goldfinger, Diana Deumling, Michael Murray: National footprint and biocapacity accounts 2005: the underlying calculation method, Global Footprint Network, 2005, 33 páginas.
William E. Rees: Ecological footprints and biocapaciety: essentiel elements in sustainability assessment, Jo Dewulf & Herman Van Langeove ed., Chichester 2006, capítulo 9.
2.- Mathis Wackernagel et al., op. cit., p.5.
3.- Ibídem, p.2.
4.- Jean-Paul Ledant: L’ “empreinte écologique”: un indicateur de… quoi?, Institut pour un Développement Durable, 2005, 19 páginas.
5.- Frédéric Paul Piguet, Isabelle Blanc, Tourane Corbière-Nicollier, Suren Erkman: L’empreinte écologique: un indicateur ambigu, Futuribles, 2007, p.5-24.
6.- Mathis Wackernagel et al., op. cit., p.7.
7.- Wackernagel y Rees: “Our ecological footprint: reducing human impact on the Earth”: The new catalyst bioregional series, 9 (1996), p.11.
8.- Justin Kitzes, Audrey Peller, Steve Goldfinger, Mathias Wackernagel (2007): “Current methods for calculing national ecological footprints accounts”: Science for Environment & Sustainable Society, 4-1 (2007), p.4.
9.- Antoine Goxe y Sandrine Rousseau: L’ “empreinte écologique”: nouvel indicateur, ancienne approche? Mise en perspective et analyse territoriale de l’ “empreinte écologique”, Colloque Indicateurs Territorials du Développement Durable, Aix-en-Provence 2005.
10.- Piotr Kropotkin (1913): La ciencia moderna y el anarquismo, en “Folletos revolucionarios”, Tusquets, Barcelona 1977.

Por Philippe Pelletier

Tierra y Libertad

Fuente: www.elciudadano.cl
Publicado el Martes 10 Noviembre, 2009

Enfermedades de la mujer se pueden prevenir desde la infancia

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Fuente: www.mer.cl
Miércoles 11 de noviembre de 2009

Cómo funciona una ciudad ecológica

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Fuente: El Mercurio
Sábado 07 de noviembre de 2009

Sobrepeso y obesidad elevan el riesgo de siete tipos de cáncer

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Fuente://diario.elmercurio.com
Martes 10 de noviembre de 2009

Principales Avances en la Institucionalidad Ambiental

Con el Acuerdo Político denominado “Protocolo de Acuerdo” entre el gobierno y la oposición, representados por los Ministros Uriarte, Velasco y Viera Gallo, y los
senadores Letelier (PS) Alvear (DC) Longeira (UDI) Allamand y Horvath (RN) el día lunes


Aunque el acuerdo fue traumático en términos del timing de negociación - votación inmediata y hasta total despacho-y riesgoso por el peligro de perder algunos logros alcanzados en la Cámara; el ultimo texto de indicaciones del ejecutivo (27/10/2009) logro conservar los avances sustanciales del proyecto; lo introducido en la Cámara de Diputados y reponer la creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas. Asimismo a demanda de la Alianza se introdujo al Senado un Proyecto de
Ley para Tribunales Ambientales.

I-PRINCIPALES AVANCES

Entre los avances de la tramitación podemos destacar los siguientes:

1-SERVICIO DE BIODIVERSIDAD Y AREAS PROTEGIDAS.

Se logro incorporar el Servicio de Áreas Protegidas y Biodiversidad en el Articulado Permanente (Nº 34 y 35), y se mejoro el Articulo Octavo transitorio incorporando la creación de la CONAF pública y el resguardo de los derechos de los trabajadores.

1.1 En el Senado se incorporo en el Articulo 34 un segundo inciso “La administración y supervisión del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado corresponderá al Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas”.

1.2 En el Senado se sustituyo el inciso existente del Articulo 35 por el siguiente “La supervisión de estas áreas silvestres corresponderá al Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas”

1.3 En el Senado se mejoro el articulo Octavo transitorio sustituyéndolo por el siguiente” Dentro del plazo de un año desde la publicación de esta ley, el Presidente de la Republica deberá enviar al Congreso Nacional uno o mas proyectos de ley por medio de los cuales se cree el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, y se transforme la Corporación Nacional Forestal en un Servicio publico descentralizado”.

“El rediseño al cual se refiere el inciso anterior, se efectuara resguardando los derechos de los trabajadores de la referida Corporación”

2-TRANSGENICOS

2.1-El gobierno incorporo una reforma al Artículo 10 para establecer la obligación de Evaluación Ambiental a los Transgénicos, única actividad eximida de dicha evaluación. Fue introducido en la letra (r) del Articulo 10:”Proyectos de desarrollo, cultivo o explotación, en las áreas mineras, agrícolas, forestales e hidrobiológicas que utilicen organismos genéticamente modificados” .esta reforma fue aprobada por la Cámara

2.2- En el Senado este fue un punto de tensión, se elimino en el Protocolo de Acuerdo y luego se logro reponer en la Comisión a instancias de los senadores Horvath, Girardi y Navarro. El texto zanjado para el Articulo Nº 10, letra (r) es” ”Proyectos de desarrollo, cultivo o explotación, en las áreas mineras, agrícolas, forestales e hidrobiológicas que utilicen organismos genéticamente modificados con fines de producción y en áreas no confinadas. El reglamento podrá definir una lista de especies de organismos genéticamente modificados, que como consecuencia de su bajo riesgo ambiental, estarán excluido de esta exigencia. El mismo reglamento establecerá el procedimiento para declarar áreas como libres de organismos genéticamente modificados”

3-DEFINICIONES:
Se voto favorablemente las nuevas definiciones ingresadas al Artículo 2º en la Cámara de Diputados: biotecnología, cambio climático, efecto sinérgico, evaluación ambiental estratégica, mejores técnicas disponibles, etc. No se logro incluir nuevas definiciones propuestas por nosotros e incluidas en las indicaciones de los senadores Navarro y Girardi.

4-DERECHOS DE INFORMACION Y DE LOS PUEBLOS INDIGENAS
En el Artículo 4º: Se voto favorablemente lo avanzado en la Cámara de Diputados en orden a proteger los derechos de los pueblos indígenas e incluidos el Convenio 169 de la OIT : “Los órganos del Estado, en el ejercicio de sus competencias ambientales y en la aplicación de los instrumentos de gestión ambiental, deberán propender por la adecuada conservación, desarrollo y fortalecimiento de la identidad, idiomas, instituciones y tradiciones sociales y culturales de los pueblos, comunidades y personas indígenas, de conformidad a lo señalado en la ley y en los convenios internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”. Esto fue mantenido en el Senado.






5-SERVICIO DE EVALUACION DE IMPACTO AMBIENTAL

En la tramitación del Senado se logro incluir en los artículos N°10 y siguientes, además de la obligación de evaluación ambiental a los transgénicos:

5.1-Humedales y Glaciares
Se sustituyo la letra d) del articulo 11, por “Localización en o próxima a poblaciones, recursos y áreas protegidas, sitios prioritarios para la conservación, humedales protegidos y glaciares, susceptibles de ser afectados, así como el valor ambiental del territorio en que se pretende emplazar”

5.2-Prohibición de Fragmentación:
Se conservaron los 2 artículos :11 bis y 11 ter, que prohíben a los proponentes “fraccionar sus proyectos o actividades con el objeto de variar el instrumento de evaluación o eludir el ingreso al SEIA.

5.3-Nuevo requisito a Línea de Base
a)-Se agrego en el Senado en el Articulo N°12; que la Línea de Base debe contemplar todos los proyectos con RCA favorable existentes en el territorio, aunque no se encuentren operando.

b)- Artículo 12: Si no existe norma en Chile, ni en los Estados de Referencia, el proponente debe presentar los riesgos que el proyecto puede generar en la salud de las personas

c) Articulo 39 ter: Entrega a la autoridad la atribución de poder utilizar las mejores técnicas disponibles como criterio para determinar los valores o parámetros exigibles en la norma, cuando corresponda.

d) Articulo 66: se incluye en letra k: la elaboración de “cuentas ambientales incluidos los activos y pasivos ambientales”

e) Artículo 82: obliga a la creación de un registro público de consultores.



5.4- Admisibilidad:
Se agrego un artículo 14 ter, que establece que el SEIA se iniciara con una revisión acuciosa sobre si el proyecto cumple requisitos de info. y administrativos para se admitido a tramite de evaluación



5.5- Caducidad
Articulo 25 ter: La RCA favorable de un proyecto caducara si a los 6 años de notificada la RCA no se inicia la ejecución del proyecto.






5.6-Pronunciamiento de los Servicios y calificación Ambiental.
a)-Artículo 9: establece requisito de fundamentar los pronunciamientos sectoriales.

b)-Artículo 9° bis.- La comisión a la cual se refiere el artículo 86 o el Director Ejecutivo, en su caso, deberán aprobar o rechazar un proyecto o actividad sometido al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental sólo en virtud del Informe Consolidado de Evaluación en lo que dice relación con los aspectos normados en la legislación ambiental vigente. En todo caso, dicho informe deberá contener, los pronunciamientos ambientales fundados de los organismos con competencia que participaron en la evaluación, la evaluación técnica de las observaciones planteadas por la comunidad y los interesados, cuando corresponda, así como la recomendación de aprobación o rechazo del proyecto.

El incumplimiento a lo señalado en el inciso anterior se considerará vicio esencial del procedimiento de calificación ambiental.



6-PARTICIPACIÓN CIUDADANA, INFORMACIÓN Y RECLAMACIÓN
5.1-Articulo 25 sexties: Las observaciones serán parte del proceso de evaluación deberán publicarse en la Web al menos 5 días de la calificación ambiental.
Si las observaciones de los ciudadanos no son ponderadas, estos podrán presentar un recurso de reclamación

6.2-Artículo 30 bis: Participación Ciudadana en las DIA (plazo 20 días) en proyectos con cargas ambientales, a solicitud de 2 organizaciones ciudadanas con personalidad jurídica o 10 personas naturales directamente afectadas. Se deberán considerar las observaciones ciudadanas y responder en la resolución. Si no ocurriera esto se puede reclamar.
Ante modificaciones sustanciales, se abrirá un nuevo periodo de participación
ciudadana.

6.3-Artículo 30 ter: Aviso vía radio u otro de similar alcance si el radial fuera muy costoso.

5.4-Artículo 31 bis y 31 ter: Mejora sustancialmente y amplifica el acceso a información pública en general: estado del medioambiente, informes de cumplimiento, análisis económicos, estado de salud y seguridad de las personas, etc. en lo particular sobre: dictámenes de contraloría, sentencias definitivas de tribunales de justicia.

5.5-Articulo 70: Se establece en la nueva letra (q) el establecimiento de un nuevo sistema de información pública sobre el cumplimiento de las normas ambientales y un catastro actualizado de las normas , de libre acceso y disponible electrónicamente



6-SUPERINTENDENCIA





Se aprobó en el Senado todo lo alcanzado en la Cámara de Diputados, incluido la determinación de infracciones y aplicación de sanciones:
6.1-Art 3: Puede suspender transitoriamente las autorizaciones de la RCA
6.2- Art 5: Establece independencia y condiciones pro-probidades al nombramiento del Superintendente (incompatibilidad con fiscalizadores o consultoras o titulares de proyectos
6.3-Art 27: Determina que los costos de estudios de inspección, análisis, certificadores, etc. serán de costo del titular
6.4- Art 32; Informacion al publico sobre labor de la Superintendencia se hará a través
del Sistema Nacional de Información de, Fiscalización Ambiental, que Serra publico y de acceso gratuito



7-EVALUACIÓN AMBIENTAL ESTRATÉGICA.
7.1- Se conserva lo aprobado en la Cámara con excepción de la caracterización de la participación ciudadana, (informativa, consultiva y resolutiva) que en el Senado queda establecida genéricamente.
Se incluyó el manejo de cuencas

“Articulo 7º: Se someterán a evaluación ambiental estratégica las políticas y planes de carácter formativo general, así como sus modificaciones sustanciales, que tengan impacto sobre el medio ambiente o la sustentabilidad.
Siempre deberán someterse a evaluación ambiental estratégica los planes regionales de ordenamiento territorial, planes intercomunales, planes de desarrollo urbano, manejo integrado de cuencas y zonificaciones del borde costero y del territorio marítimo. En esta situación el procedimiento y aprobación del instrumento estará a cargo del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el Gobierno Regional o el Municipio o cualquier otro organismo de la administración del Estado, respectivamente.
La elaboración de las políticas y planes deberá contemplar las etapas de diseño y
aprobación.

En la etapa de diseño, el organismo que dictará la política o plan, deberá considerar los objetivos y efectos ambientales del instrumento, así como los criterios de desarrollo sustentable de los mismos. Durante esta etapa se deberá integrar a otros órganos de la administración del Estado vinculados a las materias objetos de la política o plan, así como otros instrumentos relacionados con ellos. En el caso señalado en el inciso segundo, se deberán siempre considerar los instrumentos relacionados con capacidad vial elaborados por la autoridad competente”.
En la etapa de aprobación, se deberá elaborar un anteproyecto de política o plan que
contendrá un informe ambiental, que será remitido al Ministerio del Medio Ambiente para sus observaciones, para luego ser sometido a consulta pública por parte del organismo responsable.”

7.2-Los procedimientos y plazos de la EAE deberán considerar:





“a) Los aspectos básicos a considerar durante la etapa de diseño, incluida la forma de consulta y coordinación de los organismos del Estado que puedan vincularse con la política o plan objeto de evaluación;
b) Los contenidos mínimos detallados para la elaboración de los informes Ambientales de las políticas o planes;
c) Forma de participación del público interesado. El reglamento considerará la participación ciudadana .
d) Forma de publicidad de la política o plan, así como su reformulación posterior”.

7.3- “Artículo 8º: Sin perjuicio de los permisos o pronunciamientos sectoriales, siempre se requerirá el informe del Gobierno Regional, del Municipio respectivo y la autoridad marítima competente, cuando corresponda, sobre la compatibilidad territorial del proyecto presentado. Los proyectos o actividades sometidos al sistema de evaluación de impacto ambiental deberán considerar siempre las políticas y planes evaluados estratégicamente”.

8-TRIBUNALES AMBIENTALES.
Corresponden a una demanda del sector empresarial con el objeto de abrir espacios de apelación a las sanciones de la Superintendencia.Si bien los principales elementos presentados en el Protocolo de Acuerdo entre el gobierno y la oposición no son directamente conflictivos con la Superintendencia; aun no hemos analizado la propuesta que el gobierno ingreso al Senado el jueves 29 de octubre.



II- PRINCIPAL RETROCESO CON RESPECTO A LA CAMARA

1--Se perdió el carácter resolutivo de la participación ciudadana en la Evaluación
Ambiental Estratégica. El texto original decía “informativa, consultiva y resolutiva. La caracterización quedo para el Reglamento, pero obviamente no se recuperara el carácter “resolutivo” más aun después del dictamen del tribunal Constitucional sobre el Convenio 169.



III-LO FALTANTE y PENDIENTE

1-No se logro introducir nuevas definiciones al Artículo 2°; particularmente no se logro incluir la definición de “Contaminación”y”contaminante” con el objeto de avanzar en el control de contaminantes no normados. En el Senado tampoco se logro incluir otras definiciones importantes como: ecosistema, participación ciudadana, patrimonio natural, etc.



2- No se logro cambios sustantivos en el Órgano evaluador y calificador
a) Artículo 86: Aunque se logro reducir la presencia de miembros políticos como gobernadores y Cores, a favor de resguardar los pronunciamientos técnicos y hacerlos vinculantes con la Resolución Ambiental; las Comisiones de Evaluación siguen siendo





presididas por el Intendente e integradas por Salud, Economía, Energía (nuevo), Obras publicas, Agricultura, Vivienda, Transporte, Minería y Mideplan.

b) Las Direcciones Regionales de Evaluación Ambiental deberán establecer un Comité Técnico, presidido por el Seremi de MA, y conformado por el director de Evaluación Ambiental; todos los servicios sectoriales, a los que se agrega Dirección de Territorio Marítimo y Monumentos Nacionales. Este órgano tiene participación eminentemente técnica

3- Si bien se logro incluir en el Articulado permanente (artículos 34 y 34) el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, no se logro contar ahora con una propuesta concreta del ejecutivo, quedando el mandato del diseño en el Articulo Octavo Transitorio para el próximo gobierno.

4-Si bien se logro establecer que se creara en el plazo de un año, una CONAFF publica y se respetara los derechos de los trabajadores en el traspaso de estos desde la actual institución privada a la pública; no se avanzo en la formulación de una propuesta concreta al respecto.


Fuente: www.chilesustentable.net

Aporte: Silvia Durán
Periodista Científica de Mundo Nuevo

El Agua y los Candidatos

En un seminario organizado por la Universidad de Talca, los candidatos dieron a conocer sus posturas frente al tema medioambiental y en especial el Agua.

El tema giró en torno a encontrar la manera de equiparar el desarrollo del país sin hacer un mal aprovechamiento y sobreexplotación de este recurso. Las mineras fueron duramente criticadas por el mal uso del Agua que hacen a diario y el gobierno por la mala fiscalización y falta de legalidad al respecto.

Todos los candidatos estuvieron a favor de reservar y proteger por ley los glaciares, cuencas y humedales del país, además de regionalizar el actual código de Aguas. Ninguno apoyó el proyecto de reforma constitucional presentado por el MOP durante este año y juntos mostraron una seria preocupación por el medioambiente, el cambio climático y las regulaciones que existen sobre esta materia en nuestro país.

Fuente:www.chilesustentable.net

Aporte: Silvia Durán
Periodista Científica de Mundo Nuevo

La moda en Nidra Yogha

El sábado 08 de noviembre, los participantes del Taller, realizaron un desfile de modas, presentando las nuevas tendencias en peinados de la temporada primavera-verano 2009.

Para ver el video, hacer click en el título o vaya a "videos destacados" al costado izquierdo de su pantalla.

Aporte: Miguel Ángel
Diseñador de Multimedia de Mundo Nuevo

La conferencia del clima se da otro año para cerrar un pacto completo

Las posturas se alejan a sólo un mes de Copenhague - EE UU pide tiempo, la UE exige límites vinculantes a China e India, y África amenaza con boicoteos

RAFAEL MÉNDEZ - Barcelona - 07/11/2009


La lucha contra el cambio climático avanza siempre de derrota en derrota. Las negociaciones de Barcelona, las últimas antes de la cumbre de Copenhague, no han sido una excepción. La postura de la UE y, sobre todo, de Estados Unidos, de exigir compromisos vinculantes de limitación de emisiones a los países en desarrollo y su intención de sustituir el Protocolo de Kioto por un nuevo tratado alejan, salvo milagro, la posibilidad de tener un pacto vinculante en un mes. A cambio, se vislumbra un acuerdo político con objetivos de recorte de emisiones de forma que dentro de un año pueda haber un nuevo texto que incluya a todos los países.

El último día de las negociaciones de Barcelona se caracterizó por la franqueza. En un lugar en el que manda el difuso lenguaje diplomático propio de la ONU, ayer se escucharon en la sala de prensa declaraciones públicas sinceras. La UE mantiene oficialmente su apuesta por un pacto vinculante dentro de un mes, aunque ya habla de retrasarlo, como admitió el jefe negociador de la Comisión Europea, Artur Runge-Metzger. Éste abrió otro frente con los países en desarrollo al afirmar que los límites de emisiones "deben ser legalmente vinculantes".

Runge-Metzger -que ya se ha ganado alguna reprimenda por decir en público lo que no debe salir de las reuniones- insistió en que es necesario un solo tratado, lo que excluye la posibilidad de prorrogar Kioto, ya que Estados Unidos nunca lo aceptará.

El portavoz de los países en desarrollo, el sudanés Lumumba Stanislaus Di-Aping, explicó en los pasillos su malestar por el tono: "Nunca lo habían dicho tan claro. Esperan hasta el último minuto, pero así son los países ricos". Sobre si aceptarán en alguna forma esas obligaciones vinculantes, Di-Aping, un tipo que ha ganado gran protagonismo en la cumbre con su hablar rotundo y pausado, replicó: "Seamos claros. No es un planteamiento asumible. No vamos a subvencionar el estilo de vida de los desarrollados, que crearon el problema".

El negociador jefe de EE UU, Jonathan Pershing, también fue bastante claro, cansado de escuchar las críticas porque la Administración de Obama no presenta cifras concretas de reducción de emisiones: "El mundo conoce el rango de recorte de emisiones que maneja el Congreso. Entre un 17% y un 20%. Es una franja estrecha y no parece tan importante. ¿Cambiarán esos tres puntos lo que harán otros? Nuestro recorte es más agresivo que el de la UE". También opinó abiertamente sobre la postura de China de considerar como una ingerencia el control de la ONU sobre sus emisiones: "Estamos sorprendidos porque los países en desarrollo quieren un acuerdo agresivo que nos afecte a nosotros pero no a ellos. Ni siquiera quieren que sea vinculante para ellos".

El ejercicio de sinceridad colectiva tuvo una parte buena: ya sabemos de qué hablamos cuando hablamos de Copenhague. "Quizá deberíamos haber hecho esto antes", resumió Di-Aping.

El economista Josep Garriga, experto en cambio climático y veterano en estas cumbres, tradujo lo ocurrido: "Obama está pidiendo que le esperemos un año. Y merece la pena porque ellos son, junto con la UE, los que van a pagar esto. Así, en Copenhague habrá un texto político muy fuerte con compromisos de reducción de emisiones para desarrollar un nuevo protocolo en 2010. Los países en desarrollo tendrán que aceptarlo porque si no, no van a cobrar".

Un pacto que estará avanzado porque en los detalles técnicos sí se avanzó en Barcelona en aspectos sobre cómo se retribuirá a los países con bosques tropicales para que reduzcan la deforestación.

Los ecologistas insisten en mantener con vida la posibilidad de un acuerdo vinculante en Copenhague. "La UE ha tirado demasiado pronto la toalla. Pero con voluntad política aún es posible alcanzar un acuerdo ambicioso, justo y vinculante", afirmó Mar Asunción, de WWF. La ONU insiste con ellos en que queda tiempo y que si hace dos años se pactó cerrar un acuerdo en 2009 los plazos no son una excusa.

Quien mira también con preocupación el desarrollo de las negociaciones es Dinamarca, el país anfitrión, que teme por su superproducción -40 jefes de Estado y de Gobierno han anunciado su intención de acudir y habrá unas 70.000 personas entre delegados, ONG y periodistas-. Pero Barcelona, que debía ser un tráiler de esa película, ha desvelado, salvo sorpresa, buena parte del guión.

Posturas alejadas para un acuerdo político

- EE UU. Asegura que no puede firmar ningún acuerdo vinculante hasta que el Senado apruebe la ley que recorta las emisiones. Esto ocurrirá en primavera. Exige a China que deje que la ONU audite sus emisiones y pide a la UE que amplíe su recorte hasta el 30%.

- Europa. La UE mantiene su recorte de emisiones del 20% y no desvela si considera suficiente la oferta de Obama para bajar hasta el 30%. Pide a los países en desarrollo que acepten límites -no reducciones- vinculantes a sus emisiones. Apuesta por sustituir el Protocolo de Kioto por un nuevo tratado que incluya a los países en desarrollo.

- China e India. Aceptan limitar sus emisiones respecto a la tendencia actual, pero lo quieren hacer dentro de planes nacionales, sin que Naciones Unidas controle sus emisiones porque desvelaría su evolución y política energética. Exigen ayudas a cambio.

- África. Los países más pobres se plantaron en las negociaciones al reclamar compromisos concretos de reducción de emisiones. Exigen mantener el Protocolo de Kioto, que no les obliga, firmar un pacto cuanto antes y multiplicar la ayuda para adaptarse a los efectos del calentamiento.

- Acuerdo político. Con eso, las potencias hablan ya de alcanzar un "acuerdo político" en Copenhague que pueda firmar EE UU y en 2010 desarrollar el acuerdo legal que sustituya a Kioto en 2012.
Fuente: www.elpais.com

Aporte: Silvia Durán
Periodista Científica de Mundo Nuevo

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