Chile a la búsqueda de la energía perdida

Por Raúl Sohr / La Nación Domingo

La creación del CER es un paso. Una prueba a exigir siempre en las promesas políticas es ¿dónde está la plata para cumplirlas? En este caso, Tokman anunció que están asignados 500 millones de dólares para el fomento de las ERNC.

Esta semana fue inaugurado el Centro de Energías Renovables (CER). El organismo gubernamental tiene la misión de incentivar el desarrollo de energías renovables no convencionales (ERNC).

Es una gran iniciativa, y cabe preguntarse por qué Chile tardó tanto en iniciar un camino que otros países recorren hace décadas. Marcelo Tokman, ministro de Energía, señaló en su discurso: "Cada uno de los expertos que hemos invitado al país a analizar los potenciales de nuestras fuentes renovables ha quedado maravillado".

En efecto, Chile es un país bendito en recursos energéticos inagotables, como lo son los vientos, el Sol con niveles de radiación semejantes al Sahara, los numerosos ríos, los volcanes que aseguran fuentes geotérmicas y un enorme potencial de empleo de biomasa.

Los mismos expertos deben haber quedado perplejos: Chile no tiene gas ni petróleo y los importa a gran costo. La única conclusión posible era que hay algo muy ilógico en el proceder de las autoridades.

De hecho, me consta que ésa ha sido la reflexión de muchos extranjeros. Una comisión de alto nivel que visitó el país me interrogaba sobre el increíble atraso nacional en incorporar las nuevas energías limpias.

Las autoridades, a través de varios gobiernos, tienen una cuota de responsabilidad en el déficit. Pero la razón de fondo del mal aprovechamiento de las ERNC es política.

Es la resultante de la filosofía económica impuesta bajo la dictadura en dos aspectos. Uno fue dejar un sector estratégico del desarrollo del país librado a las fuerzas de mercado. El segundo fue relegar al Estado a un rol de insignificancia.

En lo que toca al mercado, el gobierno británico comisionó a lord Nicholas Stern, asesor del gobierno en la economía del cambio climático, para que preparase un estudio que aclarara las magnitudes de la amenaza que significa el calentamiento global.

Los resultados de este trabajo, que hoy es un referente internacional, fueron entregados en octubre de 2006. Una de sus conclusiones fue: "El cambio climático representa un reto único para la economía, pudiendo afirmarse que es el mayor y más generalizado fracaso del mercado jamás visto en el mundo".

Fuertes palabras avaladas por un gobierno que es firme defensor del libre mercado. Lo que señala Stern es que las empresas, por su condición de generadoras de riqueza para sus accionistas, tienden a focalizar sus metas en plazos cortos.

Los directores tienen en mente los dividendos que anunciarán en la próxima asamblea general. De ello dependen sus empleos y los millonarios bonos por metas alcanzadas.

El reto del calentamiento global se proyecta a 50 años, al próximo siglo XXII y el siguiente. Lo mismo vale para la seguridad energética chilena.

El dejar hacer al mercado ha jugado un rol en el atraso de una matriz criolla diversificada. Pero Estado Unidos, que ha tenido gobernantes que exaltaban la "magia de los mercados", no abandonó el rol que debe jugar el Estado.

En la inauguración del CER tomó la palabra Douglas Arent, director de Strategic Energy Analysis Center del National Renewable Energy Laboratory.

Arent señaló: "Toda la vida en la Tierra es posible merced a la energía. La energía es la base de toda actividad humana y tiene un impacto en nuestros estilos de vida, en nuestro desarrollo económico, nuestra seguridad nacional, el medio ambiente, salud y seguridad alimentaria".

Desde esta perspectiva, es una ingenuidad o una irresponsabilidad dejar librado este aspecto vital para la vida de una nación en las exclusivas manos de un grupo de empresarios.

Washington no lo hizo y en las últimas tres décadas el laboratorio desarrolló los métodos para abaratar los costos de las energías renovables.

Arent señaló que "hoy las tecnologías para las energías renovables cuestan entre 70 y 90 por ciento menos que cuando el laboratorio fue creado hace 30 años".

El actual gobierno chileno ha hecho un esfuerzo por recuperar el tiempo perdido. Sara Larraín, directora ejecutiva del Programa Chile Sustentable, destaca que durante estos últimos cuatro años, "25 por ciento de la nueva generación se ha desarrollado sobre la base de la ERNC. Esto representa un crecimiento exponencial de la participación de estas energías".

Con esto, Chile comienza a ponerse en línea con el resto del mundo, en donde entre 25 y 30 por ciento de la inversión total en energía eléctrica, en 2009, ha correspondido a ERNC.

Arent, por su parte, afirmó que en Estados Unidos, en 2009, 48 por ciento de la nueva energía era eólica.

La creación del CER es un paso. Una prueba a exigir siempre en las promesas políticas es ¿dónde está la plata para cumplirlas? En este caso, Tokman anunció que están asignados 500 millones de dólares para el fomento de las ERNC.

La diversificación de la matriz energética, limitando las dependencias externas, aportará seguridad y ayudará a reducir los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero.

Fuente: www.lanacion.cl
Publicado el Domingo 23 de agosto de 2009

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