Día mundial de la Alimentación, con 53 millones de personas padeciendo hambre

Hoy (16 de octubre) el mundo se une para conmemorar el Día Internacional de la Alimentación, esta fecha fue proclamada en 1979 por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), desde ese momento se trabaja para concientizar a las poblaciones sobre el problema alimentario mundial y fortalecer principalmente la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza; ya para 1980, la Asamblea General de este organismo, respaldó la celebración de este Día por considerar que "la alimentación es un requisito primordial para la supervivencia y el bienestar de la humanidad y una necesidad humana fundamental".

Esta celebración fue realizada este año bajo el lema "Conseguir la Seguridad Alimentaria en época de crisis", con el fin de recordar que el hambre acentúa la pobreza de los pueblos y limita el desarrollo de los países.

En esta conmemoración cabe resaltar que aunque la humanidad produce actualmente un 10% más de los alimentos necesarios para atender a toda la población mundial, las cifras de hambre y pobreza van en aumento, mostrando un futuro poco alentador, donde lamentablemente como en todo, los más afectados son justamente, los grupos más vulnerables del planeta: niños, mujeres embarazadas, ancianos, pueblos indígenas, asiáticos, afrodescendientes… por tanto, la tarea que queda pendiente es la creciente demanda del planeta de producción alimentaria, la cual tenderá a aumentar en un 70% en los próximos años, según el informe de la FAO.

Las cifras que unifican la pobreza en la región alcanzan los 53 millones de personas que padecen hambre, la anemia aflige al 22% de la población, donde unos 22 millones de niños en edad preescolar y 33 millones de mujeres en edad reproductiva y la desnutrición crónica maltrata a cerca de nueve millones de niños y niñas .

Hoy debido a esta celebración, es valedero evidenciar el constante deterioro que el hombre acciona día a día contra la naturaleza en nombre de la modernidad, la tecnología y el comercio para lograr objetivos medidos en dinero, el mal mayor del mundo, que ha ocasionado la ola sucesiva de crisis, que identificarán a este siglo XXI.

La pobreza que reina hoy en el mundo no pasa más allá de una simple estadística, la prueba de ellos, que gobernantes de casi la totalidad del planeta se han comprometido para bajar las cifras, y los resultados demuestran lo contrario, al ver hoy 105 millones de personas pobres y con hambre que no figuraban en las cifras del 2008, la esperanza es que este reporte no pase ante la indiferencia del mundo entero. Según el informe de la FAO y de otros organismos contabilizan más de 1020 millones de personas que pasan hambre en todo el planeta, la mención es vergonzosa para todos nosotros.

Al conmemorar el Día Mundial de la Alimentación no puedo hacer otra cosa, que llamar la atención al igual que muchos otros que tienen la opción de difundir masivamente a través de un medio el señalar que “al mundo le falta voluntad política para trabajar por el cumplimiento de los compromisos que fueron tomados por 189 jefes de Estado para que en el 2015, los “objetivos de desarrollo del milenio” sean cumplidos, entre ellos el reducir a la mitad el número de personas que pasan hambre en todo el planeta.

Al hablar de alimentación hay que referirse al hambre, porque toda la humanidad no tiene lo básico para subsistir, es definitivamente, un fenómeno social y humano, que viene a instalarse en este siglo, como una de las tantas crisis que nos afectan, el hambre no es sino más que la consecuencia de una crisis alimenticia estructural y un problema de repartición de recursos y riquezas.

El tema alimenticio en el mundo tiene sus variables, en Asia o África está más complicado aún de lo que parece ya que gran parte de ellos no puede cumplir con las necesidades alimenticias básica para sus ciudadanos, a diferencia de los países desarrollados que pueden manejar los mercados y existe el poder adquisitivo para lograrlo, mientras que Latinoamérica ha logrado mejorar su situación de pobreza y hambre, a excepción de Haití.

Por tanto, el Hambre como la Alimentación, están insertos en una cadena en donde las decisiones políticas son manejadas por unos pocos y donde la fuerza que lidera esta cadena es el comercio internacional, la industria agraria y los gobiernos de todos los países del mundo, los que indudablemente apuntan más al lucro y el beneficio, que a satisfacer la demanda de la población mundial, sino no tendríamos las cifras ni los reportes que leemos hoy, ni la necesidad de escribir estas extensas líneas.

Fuentes: Agencia, FAO, Cope, Adital
Publicado:16 octubre 2009

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